24 diciembre 2012
Últimamente
un sector de la derecha está preocupada porque las redes sociales todavía están
cargadas de mensajes racistas y de desprecio por el origen social. Odio
que ellos mismos fomentaron por mandato de la burguesía. Ahora se les fue de
las manos. Van de derrota en derrota.
El
racismo les fue muy útil al principio para dividir a la clase trabajadora
asalariada y ganarse a un sector como escuderos de la burguesía. Pero parece
que esta arma política ya les está perjudicando en las batallas electorales. En
cinco meses vienen las elecciones municipales y un sector de la derecha
pretende frenar los mensajes racistas y de desprecio por el origen social
para ver si captan a algún chavista con mala memoria.
En
estos días Ramos Allup escribió por su cuenta en twitter: “Para los que
insisten en argumentos clasistas y racistas: Sólo con el voto de los sectores
A-B no se gana ninguna elección”.[1] Pero ya es tarde, el mal está hecho. Los
tuiteros escuálidos no le paran bolas a Ramos y continúan descalificando a
Nicolás Maduro por haber sido un trabajador del Metro de Caracas, como si ser
trabajador fuera malo. Entre muchas descalificaciones se puede leer: “Del zambo
Chávez pasamos al autobusero Maduro”.
Recuerdo
que cuando Chávez estaba en campaña antes de ser presidente ya se le acusaba de
ser zambo. Este era el argumento que más se esgrimía para descalificarlo como
presidente. Ahora se acusa a Maduro de haber sido chofer de autobús, por tanto,
no califica para el cargo. Pero eso no puede ser de otra manera, porque resulta
que la burguesía y la derecha son racistas y desprecian al Pueblo. El mismo
Ramos Allup en una oportunidad acusó a Chávez
de “creer que todavía somos indios” y “de pretender mantenernos sobre
los árboles, con un taparrabos de hace 2000 años”.
Esta
discriminación por el origen étnico y social se exacerbó a través de los medios
de comunicación de la burguesía porque esta teme perder sus privilegios. Antes
del golpe de estado se puso en marcha una campaña racista y de desprecio por el
Pueblo pobre chavista a través de los medios de comunicación. Los años 2002 y
2003 fueron muy agresivos. Se escribieron mensajes destinados principalmente
para las capas medias. El objetivo era que las capas medias, subordinadas a los
patrones racistas de la burguesía, se diferenciaran de los pobres de piel
oscura y se sintieran aceptados por la burguesía. Fue así como la burguesía
logró una base social obediente que ahora defiende a su amo con odio.
Es
bueno recordar que en Venezuela existe un racismo de exclusión, por lo tanto,
la discriminación por origen étnico y por origen social se confunden. Los
chavistas que leíamos la prensa burguesa para entonces nos tocó tragar grueso
con los mensajes racistas y de desprecio por el Pueblo pobre chavista. Parece
mentira, pero la burguesía siempre encuentra gente que escriba a su favor.
Un
escritor de telenovelas, Ibsen Martínez, escribió un artículo de opinión para
El Nacional, titulado Día Nacional del Desagravio a la Corona Española.
Por medio de este artículo el autor se pronuncia en nombre de un grupo de
venezolanos y venezolanas que anhelan regresar al seno de la nación
hispánica. Aquí Martínez esconde su endorracismo detrás del chiste cuando
se complace en clasificar a los firmantes del acta como negros atorrantes,
estentóreos y malhablados; mulatos, pardos “lavaítos”, bembones, cuarterones,
saltoatrás, bachacos, gente de tez dudosa, blancos de orilla, mantuanos “con el
negro cerca” y la encía morada.[2]
Otro
articulista de El Nacional, Roberto Echeto, describió con el título Pueblo
forever, su percepción de la realidad política unas semanas antes del golpe de
Estado. Esto escribió:
«En
los últimos tiempos hay algo tenebroso flotando en la atmósfera. Eso que el
Presidente y sus ujieres llaman “pueblo venezolano” es una masa que luce
siempre borracha, lambucia, ignorante, sanguinaria, ingenua, manganzona y
adulante, por no decir también desdentada y oportunista. […] ¿Qué otra cosa
sino un tullido moral puede ser el sujeto que acepta montarse en un autobús por
15 o por 20 mil bolívares para venir a Caracas a ser público de un gorila?».[3]
Más
tarde el mismo propietario y presidente del periódico El Nacional, Miguel
Enrique Otero, escribió algo parecido. En respuesta a una marcha de apoyo al
Comandante Chávez, Otero escribió:
«…la
respuesta que el Presidente y su entorno le han dado a las preocupaciones de la
sociedad venezolana sobre la grave crisis que vivimos […] consistió en volver a
traer del interior del país al mismo lumpen de siempre, convertidos en
sempiternos pasajeros de autobuses, con un bollo de pan y una carterita de ron,
para que vengan a dar vivas al gran embaucador de la comarca».[4]
¡Prohibido
olvidar!
___________________
[2]
Ibsen Martínez: Día Nacional del Desagravio a la Corona Española.
Diario el El Nacional, 03 de abril de 2003, pág. A/8.
[3]
Roberto Echeto: Pueblo forever. Diario El Nacional, 12 de enero 2002, pág. A/9.
[4]
Editorial: La Respuesta
del Gobierno. Diario El Nacional, 14 de octubre de 2002.
Publicado
en Aporrea.org el 24/12/12
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