Fernando Saldivia Najul
03 junio 2024
Tenía muchos años que no visitaba el P.G.P. Sabas Nieves. Lo hice ayer domingo, y ¿cuál fue mi sorpresa?, que el camino que antes era conocido como un sendero amigable para el sano esparcimiento de la familia caraqueña, incluso niños y adultos mayores, se ha convertido, por efecto de la erosión por aguas de lluvias y pisadas humanas, en un terreno escabroso y accidentado donde precisa sortear obstáculos sin despegar la mirada del suelo para evitar una lesión.
Para nada se puede disfrutar el paisaje. Solo disfrutas cuando llegas al P.G.P, o más arriba en Loma Serrano, si es que llegas sano. En suma, el total abandono del sendero más concurrido al Parque Nacional Waraira Repano (cerro El Ávila), pasó de ser un camino para la práctica del senderismo a un camino para la práctica del deporte extremo, y sin previo aviso.
Hay puntos donde la erosión ha alcanzado una profundidad de un metro y medio. Insólito. ¿Cómo se puede promover el turismo de esta manera? La publicidad turística no debería continuar calificando este paseo como “senderismo”, porque sería una verdadera estafa.
Recuerdo que hace 25 años aproximadamente, se realizaron trabajos de construcción de drenajes, con unos canales-cunetas rectangulares de concreto armado, pero no recuerdo que se hayan hecho labores de consolidación del terreno, dejándolo expuesto a la erosión. Hace varios años que estos canales dejaron de cumplir su función para lo cual fueron diseñados, si es que alguna vez la cumplieron, y ahora más bien representan un obstáculo más para los visitantes.
Presidenta de Inparques, Rosinés Chávez, y Alcalde de Chacao, Gustavo Duque, si no hay presupuesto para elaborar y ejecutar un proyecto de mantenimiento o reparación de esta vía tan preferida por los caraqueños, o ustedes consideran que hay otras prioridades, al menos tomen el ejemplo de mantenimiento de bajo costo que realizan los vecinos de Petare, Campo Rico y El Marqués junto con el guarda parques de La Julia: Rellenar las cárcavas o huecos con sacos de tierra para el control de erosión. ¿Es mucho pedir?