Fernando Saldivia
Najul
20 agosto 2020
Qué vaina Nicolás. Ayer
nos llamaste para desarrollar un debate creativo con planes e ideas para la
producción de alimentos, y acto seguido, nos formaste rolo y burro y tronco ‘e
peo por televisión a los pelabola que te acusan de neoliberal porque impusiste
el dólar criminal del BCV, como válvula de escape, para adquirir la proteína
animal, los medicamentos y las bombonas de gas, a quienes ganan 3 dólares
mensuales. ¿Es así como abriste el debate de altura? No me jodas.
Vociferaste orgulloso que
tu gobierno está produciendo junto con los burgueses para poder alimentarnos a
nosotros los trabajadores. Desde el burgués pequeñito hasta el “grandote”,
porque tú no le tienes miedo al capital privado, y como no le tienes miedo, no
tienes ningún problema en pactar con ellos para que nos ayuden a combatir los
ataques del imperialismo.
Es decir, que tenemos que
esperar a que derrotemos al imperialismo yanqui, para poder romper el pacto con la
burguesía, y luego esperar a que nos des la orden de defendernos de nuestros
enemigos de clase que nos están robando el salario cada quince y último,
incrementando así la brecha entre pobres y ricos.
Nicolás, ¿a ti de verdad
te parece fácil enfrentar una invasión yanqui con una sociedad groseramente
dividida en clases sociales y estratos económicos? ¿Tú piensas agrupar en el
mismo batallón a la burguesía revolucionaria y a los trabajadores que ganan 3
dólares mensuales? ¿O será más bien algo así como un batallón de blancos y un
batallón de esclavos, juntos pero no revueltos, y ambos rodilla en tierra
contra los invasores?
Tú dices que no le tienes
miedo al capital privado. Por supuesto que no, porque tú no haces mercado. En
eso estamos claros. Quienes sí tiemblan, pero no de miedo, sino de pánico, son
las madres cada vez que van al abasto y se encuentran que los alimentos suben
de precio todas las semanas con el dólar criminal del BCV, mientras ellas
siguen ganando 3 dólares mensuales. Presidente, imagínate por un momento lo que
sentirán cuando tú les digas que tienen que enviar a sus hijos malnutridos a la
guerra. Sería una soberana coñoemadrada, de verdad.
El pacto con la burguesía
no es nuevo. Recordemos que el 21 de julio de 2017 en la sede de Pdvsa La Campiña , tú mismo les
dijiste a los empresarios reunidos allí, que tú eres su mejor aliado. Si, así
lo hiciste saber a los burgueses presentes con estas palabras elocuentes:
“Tienen en mí al más grande aliado que jamás tendrán en la historia de la República ”. Coño, no es
cualquier cosa. Me sentí profundamente despreciado por el Presidente que llevé
a Miraflores con mi voto para que luchara contra la lógica del capital.
Y siempre no
los restriegas en la cara. El 4 de septiembre de 2019, durante una
alocución desde la fábrica de pastas Capri, en Carrizal, nos diste otro golpe
bajo: “La revolución socialista es la mayor aliada y la mayor garantía del
sector privado”.
Lo tenemos bien claro. Por
eso es que no le tienes miedo a la dictadura del capital. Porque ya el
Presidente Obrero forma parte de esa dictadura. ¿O es que tú le consultaste al
pueblo que ibas a dolarizar los alimentos y medicinas, y a bolivarizar los
salarios? No, por supuesto que no. Así es la dictadura del capital.
¿Se te olvida que hay
niñas, mujeres embarazadas y abuelas que tienen varios años comiendo basura en
la calle? ¿O vas a utilizar el comodín del bloqueo para evadir tu
responsabilidad? Nunca tocas ese tema, como que si no fuera contigo. Lástima
que el hambre no se contagia como el Covid-19, porque podría ser la salvación
de muchas niñas, niños y adolescentes que están en este momento sufriendo de
malnutrición, con daños irreversibles, tanto físicos como psicológicos.
Yo no sé si tú
estabas presente en el Aló Presidente Teórico Nº 6. En esa oportunidad, Chávez
hizo referencia a la alimentación en un país bloqueado. Esto dijo:
“(…) hay necesidades que
son básicas para la vida, la vivienda, la salud, los servicios, agua potable,
energía, la educación. El socialismo tiene que solucionar eso. Fíjense Cuba.
Cuba bloqueada, agredida, eh, y sin embargo en Cuba ustedes no ven un niño en
la calle, un niño sin escuela, ese problema lo solucionó la Revolución Cubana (…) Fidel me dijo un día: “Chávez aquí
podremos vivir en carpa, si hubiera que vivir en carpa, pero lo que no puede
faltar es la alimentación para el pueblo”.
¿Cómo te quedó el ojo,
Nicolás? No podemos justificar la presencia de venezolanas y venezolanos
comiendo basura en la calle con el comodín del bloqueo del imperialismo yanqui.
Y mucho menos cuando vemos a la clase política comiendo en restaurantes de
carnes, y comprando en bodegones de exquisiteces importadas, como el
Supermercado MEGASIS que el gobierno promociona, por ejemplo.
Son unos sinvergüenzas.
Viven con más privilegios que cuando producíamos 3 millones de barriles de
petróleo a 100 dólares el barril. Casi todos engordaron después del asesinato del Comandante. Qué cagada.
Publicado en Aporrea.org el 20/08/2020
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