Fernando Saldivia Najul
29 agosto 2018
El domingo pasado el ex ministro de
finanzas Rodrigo Cabezas fue tendencia nacional (opositora) en twitter a raíz
de unas declaraciones que dio sobre el Plan de Recuperación Económica del
Presidente Nicolás Maduro. Entre otras cosas, criticó el Petro como una forma
de especulación financiera que promueve la ganancia fácil y rápida en el minado
de criptomonedas para ganarse unos dólares sin ningún esfuerzo productivo, y
considera que este enamoramiento con el minado no es propio de los socialistas.
Además dijo que el petróleo enterrado en el subsuelo no tiene valor, y por
tanto, el Petro no tiene valor.
Es cierto Rodrigo, el petróleo en el subsuelo
no tiene valor, pero creo que te faltó un pequeño detalle. Te faltó explicar
que el petróleo enterrado no es capital, pero sí es riqueza. Si fuéramos un
poco más explícitos pudiéramos evitar que la derecha y la burguesía parásita
venezolana utilicen esas declaraciones para seguir manipulando a la población,
a sabiendas de que son precisamente ellos los campeones del capitalismo
rentístico, de la especulación financiera, y de la ganancia fácil y rápida.
No pienso defender ni atacar aquí el
Plan de Recuperación Económica del Presidente. Amanecerá y veremos. Pero creo
que si en 20 años los ministros y ex ministros que se consideran socialistas no
fueron capaces de derrotar a los enemigos externos e internos para superar el
capitalismo rentístico, y así poder producir y distribuir caraotas para
alimentar a toda la población, entonces no es muy difícil entender que la
revolución fue derrotada, al menos en esta primera oleada chavista.
El ex ministro Cabezas sabe que el
petróleo enterrado en el subsuelo es una riqueza natural codiciada por las
transnacionales. Por eso estamos en guerra permanente con ellas. ¿Que no tiene
valor? Es verdad. No tiene valor económico, pero es un recurso económicamente
extraíble, procesado, transportado y empleado como energía para motorizar el
sistema capitalista a lo largo y ancho del mundo. De allí su valor estratégico.
Tiene un valor intrínseco. Y resulta que está debajo del subsuelo venezolano, y
la propiedad de este recurso está amparado por el derecho internacional burgués
que reconoce que los recursos naturales ubicados en el subsuelo de cada país
son suyos.
Es bueno aclarar que en una sociedad
socialista mundial sin fronteras esto no sería posible porque todos los
habitantes del planeta tendrían acceso, o derecho, a todos los recursos
naturales, que una vez explotados serían distribuidos conforme a sus
necesidades, y por tanto, la ganancia fácil como las regalías o renta petrolera
no existiría. Ganancia que por cierto, durante cien años no llegó al pueblo
venezolano, sino que la disfrutaban las transnacionales y la oligarquía
parásita local entreguista. Hasta que llegó Chávez y mandó a parar.
Pues sí, el petróleo enterrado debajo
del subsuelo no tiene valor económico porque aún la clase trabajadora de PDVSA
u otras empresas no han empleado su fuerza de trabajo para crear valor
económico, toda vez que sabemos, claro está, que es el trabajador y las
trabajadoras los únicos que crean valor económico. En otras palabras, el
petróleo en el subsuelo aún no tiene valor agregado por parte de los
trabajadores.
Pero al igual que el suelo, es un medio
de producción no producido por el ser humano. Es energía fósil que ayuda a
producir valores de uso, y tiene un valor potencial para ser explotado por
nosotros, agregarle valor, y luego venderlo en el mercado internacional y
captar aún más valor, no creado por nosotros. Es decir, transferir valor desde
otros países que no cuentan con suficiente energía para satisfacer sus
necesidades, ya sean estas reales o creadas. Y esto depende del grado de monopolio que se
ejerza sobre el recurso natural. Esto quiere decir que vendemos el barril de
petróleo a un precio por encima de su valor, por encima de su valor de cambio.
Por eso hablamos de dinero fácil. Por eso hablamos de burguesía parásita que
han estado zamureando este dinero por más de 100 años, empezando por el vago de
Lorenzo Mendoza y los suyos.
Como podemos observar, no hemos
superado la economía rentística. Todavía dependemos del valor estratégico que
tengan nuestras reservas de petróleo. Fernando Travieso nos lo recuerda
cada vez que lo entrevistan: “Una empresa vale por la cantidad de reservas que
tiene certificadas y no por la cantidad de ingresos que tiene al año. Los
analistas en las bolsas mundiales le dan más valor a la cantidad de reservas
que tiene una empresa que a la cantidad de dinero que está ganando”.
Tú lo sabes mejor que yo, Rodrigo
Cabezas, nos guste o no, todavía estamos anclados a los yacimientos de
petróleo. Estamos esclavizados en una economía no productiva, y muy lejos de
una economía planificada, que es el sueño de los socialistas. Y todos los
revolucionarios, y más los que estuvieron cerca del Comandante, es decir, los
que tenían más poder, son responsables de no haber derrotado a los enemigos
externos e internos para superar el capitalismo rentístico y poder producir
caraotas para alimentar a todos los venezolanos y venezolanas. No sé si me
explico. Saludos.
Publicado
en Aporrea.org el 29/08/18
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