Fernando Saldivia Najul
20 julio 2021
Adán,
te lo pregunto porque he notado que tú nunca tocas este tema en tu programa
Para
nosotros los revolucionarios es de suma importancia conocer los motivos que
condujeron a la falsificación de
Por cierto, Adán, no sé si te has dado cuenta, pero el portal http://todochavez.gob.ve/ que administra el Instituto de Altos Estudios del Pensamiento de Hugo Chávez, y que tú diriges, no contiene este documento. Desconozco si alguna vez estuvo disponible y luego lo retiraron, o nunca se ha publicado. Las veces que lo he requerido, me he visto en la necesidad de buscarlo en otros sitios web.
Me
parece muy raro que este documento no se encuentre publicado en este portal,
cuando el mismo Diosdado Cabello, durante la aprobación del Plan de
Recuerdo
ver al entonces presidente de
https://www.youtube.com/watch?v=Q-PRWQdSa-c
Sin
embargo, el día siguiente, el 4 de diciembre de 2013,
Es
decir, Adán,
En
ese entonces el Presidente Nicolás Maduro aún no hablaba de bloqueo comercial y
financiero, ni de sanciones unilaterales por parte del imperialismo yanqui
contra
Adán, el látigo de la contrarrevolución tiene que fortalecernos más, como decía tu hermano. La respuesta a los latigazos de la contra no puede ser la conciliación de clases. No, eso no fue lo que nos enseñó Chávez. Recordemos sus palabras cuando reflexionaba sobre un pensamiento de León Trotski. Esto dijo Chávez:
“A
la revolución siempre le hace falta el látigo de la contrarrevolución. (…) Es
cierto, porque el látigo contrarrevolucionario del 2002, el látigo
contrarrevolucionario de
Por eso es que Chávez nos decía que la revolución es una guerra o una lucha de clases. Y si conciliamos con el enemigo de clases, entonces estamos capitulando, estamos entregando la revolución.
Es más, Chávez nos decía que no podemos esperar los latigazos del enemigo para seguir profundizando el socialismo. No, no. Es necesario que nosotros mismos nos demos latigazos para avanzar en la construcción de una sociedad sin clases.
En sus palabras, Chávez se preguntaba y se respondía:
“¿Vamos a esperar nosotros otro latigazo de la contrarrevolución internacional, tenemos que esperar acaso otros latigazos de la contrarrevolución nacional? No, no me parece justo, agarremos nosotros nuestro propio látigo y entrémonos a latigazos. Es el látigo de la revolución el que le hace falta a la revolución. Es el látigo de los verdaderos revolucionarios que nos sacudan, que nos sacudamos a diario, el que le hace falta siempre a nuestra revolución”.
Ese
era Chávez, carajo. Un verdadero líder que luchaba junto a la clase trabajadora.
Él estaba de nuestro lado. Sin miedo. Tenía un sueño bien explicado en su Plan
de
Por
un lado, tenemos que escuchar al propio Presidente enviarle mensajes a los
empresarios por televisión, como por ejemplo: “tienen en mí al más grande aliado que
jamás tendrán en la historia de
Por otro lado, tenemos a un Castro Soteldo, de la extrema confianza de Nicolás, invitándonos a construir una “burguesía revolucionaria” apalancada desde el Estado. Y a un Vielma Mora declarando por Globovisión que tenemos que colocarle una “alfombra roja” al sector privado, comprenderlo y aprovechar su doctrina.
Y
para rematar, el mes pasado, el hijo del Presidente, el diputado Maduro Guerra,
nos lanzó un gancho de derecha en la cara, cuando para defender
Y entonces Adán, ¿vamos a seguir con los brazos cruzados? ¿Qué hiciste con el morral de Chávez? ¿Es muy pesado? Saludos.