Buenas Noches: ¡Aquí no hay lucha de clases porque todos somos hermanos!

Fernando Saldivia Najul
13 junio 2011



A los presentadores del programa Buenas Noches les pagan para defender los intereses de la burguesía y el imperialismo, pero al mismo tiempo para ocultar la lucha de clases y a nuestro enemigo principal. Pero no siempre lo hacen bien. A veces son torpes.

La otra noche, después de que estos personajes durante un segmento de su programa arremetieron contra venezolanas que buscan de manera organizada terrenos subutilizados en Caracas para construir sus viviendas, uno de ellos, antes del corte, se tiró esta perla: “¡Aquí no hay lucha de clases porque todos somos hermanos!”. Así mismo, con descaro.

En otra oportunidad recuerdo que la presentadora del mismo programa, repitiendo a un experto del Observatorio Venezolano de Violencia, dijo de manera burda que “aquí no hay lucha de clases, en Venezuela lo que hay son pobres matando a pobres”, poniendo en primer plano la delincuencia común propia del sistema capitalista que ella defiende.

En pocas palabras, esta gente nos quiere decir que ricos y pobres estamos luchando por la misma causa. Pero por más esfuerzo que hagan, no es fácil tapar el sol con un dedo. La violencia de clase siempre está presente y precisamente Buenas Noches es un instrumento de la lucha de clases entre capitalistas y trabajadores. Un cañón de manipulación y terrorismo que expresa el odio y la violencia de clase cuando la burguesía especuladora siente perder el poder. Globovisión conectada a CNN es la punta de lanza del imperialismo en la lucha de clases en Venezuela. Cuando se agudizó la lucha de clases durante el golpe de estado mediático apoyado por el imperialismo, Globovisión nos llamaba “hordas” y “monos” con una marcada visión clasista y racista.

La burguesía nos golpea y luego ordena a sus sirvientes que nos digan que el golpe nos lo dio otro y así desviar la atención. La burguesía tiene miedo, no quiere vivir de nuevo los tiempos de Zamora. Nos dicen que somos hordas, monos e invasores, y luego nos dicen que aquí no hay lucha de clases porque todos somos hermanos. Es decir, los burgueses y los trabajadores somos hermanos, solo que nuestros hermanos burgueses a veces se molestan con nosotros y nos asesinan a un campesino o a un trabajador, pero hasta ahí, eso no pasa a mayores. Van nada más y nada menos que 255 campesinos asesinados, y por supuesto, eso no lo trasmiten por los medios.

Y no lo pueden trasmitir precisamente porque tienen que ocultar la lucha de clases. Sabemos que a los medios de la derecha solamente les conviene trasmitir la delincuencia común para poder justificar ante la opinión pública la represión en las comunidades de la clase obrera y así desmovilizar los movimientos populares.

Camaradas, tiene que ser mucho el dinero que invierte la burguesía y el imperialismo para ocultar la lucha de clases como estrategia discursiva. Para esto cuentan con un arsenal de profesores, articulistas, expertos, operadores políticos, curas, empleados de Globovisión, Unión Radio, El Nacional, El Universal, todos jala bolas sirvientes de la burguesía, para confundirnos y repetirnos todos los días que la lucha de clases es un invento de Marx, y que ahora Chávez la utiliza. Y los menos mojoneros predican que la lucha de clases sí existió alguna vez, pero que ahora estamos viviendo el fin de la lucha de clases porque todos tenemos individualmente la oportunidad de ascender socialmente. Es decir, que las clases no luchan, que los que luchan son los individuos para ascender en la pirámide social. Todo un enredo ideológico.

Pero resulta y acontece que Marx ni inventó ni descubrió la lucha de clases, y por su parte Chávez más bien lo que hace es aguantar la lucha de clases con las políticas de inclusión.

Antes de Marx, la existencia de la lucha de clases ya la habían expuesto historiadores y economistas burgueses. En una Carta a Joseph Weydemeyer, Marx le escribe con modestia: “Por lo que a mí se refiere, no me cabe el mérito de haber descubierto la existencia de las clases en la sociedad moderna ni la lucha entre ellas. Mucho antes que yo, algunos historiadores burgueses habían expuesto ya el desarrollo histórico de esta lucha de clases y algunos economistas burgueses la anatomía económica de éstas”.

De modo que la sociedad de clases y la lucha de clases no es un invento, es una realidad objetiva, y la violencia mediática nos recuerda todos los días cuánto odio nos tiene la burguesía, sobre todo a los comunistas, que no hacemos otra cosa que luchar por una sociedad sin clases, sin explotación del hombre por el hombre, precisamente para eliminar definitivamente la lucha de clases.

En El pensamiento vivo de Karl Marx, Trotsky nos dice que “la lucha de clases no es otra cosa que la lucha por la plusvalía”. En Venezuela hay una lucha por la plusvalía y por la renta petrolera.

Hace diez mil años, desde que se originó la sociedad de clases en la humanidad, la lucha de clases siempre ha existido, solo que unas veces está encubierta y otras veces es una lucha abierta, aunque los profesores sirvientes de la burguesía traten de confundirnos cuando predican que el concepto de la lucha de clases es anacrónico, que está pasado de moda.

Camaradas, la lucha de clases siempre la hemos vivido. De hecho, cada vez que exigimos al patrón aumento de salarios, estamos luchando por la plusvalía. En el tomo III de El Capital, Marx nos dice que “el aumento del salario disminuye la plusvalía, mientras que la prolongación de la jornada de trabajo y la intensificación de éste la aumentan”. Es un permanente forcejeo. Es una lucha de clases donde el patrón, si tiene fiscales y jueces comprados, nos puede negar el aumento de sueldos y salarios y pagarle a unos sicarios para que asesinen a un líder obrero. Pero eso si, el burgués, como buen hermano del trabajador que es, primero lo alerta con una llamada telefónica: “escucha bien hermano, recuerda que nos sale más barato pagarle a un sicario que pagarles un aumento de salario”. Esto es demasiado odio.

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Publicado en Aporrea.org el 13/06/11
http://www.aporrea.org/medios/a125047.html

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