Fernando Saldivia Najul
11 enero 2023
El día de ayer la periodista Mary Pili Hernández entrevistó para Unión Radio al dirigente del PSUV y actual gobernador del Táchira, Freddy Bernal, y le pidió su opinión con relación a la ostentación de riquezas que exhiben algunos dirigentes del PSUV frente a un pueblo que gana 130 Bs. de sueldo mínimo. Esto dijo Mary Pili:
“Porque uno ve una gente que se hace llamar revolucionaria y que andan con unas ostentaciones, y que andan en unas camionetotas, que tienen un realero, que tú dices, bueno, y de dónde sacó para comprarse esa casa si es un funcionario público (…) andan con ropas de marca que cuestan, que un par de zapatos te cuestan 1500 dólares (…) frente a un pueblo que gana 130 Bs. de sueldo mínimo. Mira chico, aunque sea le debería dar vergüenza. Si tienen la plata, les debería dar vergüenza ponerse esa cosa y usar ese tipo de cosas”.
Por su parte, Freddy Bernal, entre otras cosas, comentó que el gobierno está dirigido por seres humanos y no por ángeles, más sin embargo, Nicolás Maduro y la mayoría de los dirigentes predica con el ejemplo. Y aseguró que “eso no se anuncia, pero permanentemente se está llamando a dirigentes y se está suspendiendo a dirigentes por prácticas indebidas, por ostentación, por uso de carro, y a los que se investigue y se prueba que efectivamente eso viene del mal uso del erario público, van a la cárcel”.
https://unionradio.net/bernal-se-esta-evaluando-un-ajuste-salarial-sustentable-en-el-tiempo/
Sin embargo, a pesar de la defensa que hace Bernal a la dirigencia del PSUV, el pueblo percibe que no es la minoría sino la gran mayoría quienes exhiben una vida de lujos, y eso lo sabe Bernal y el mismo Presidente Maduro. De lo contrario, creo que Mary Pili no se lo hubiese planteado.
Es realmente escandaloso. Cualquier turista que ande paseando por las adyacencias del Palacio Federal Legislativo puede fácilmente confundirlo con un concesionario Toyota. Es una bofetada al salario de los docentes que hoy están en la calle luchando, no por una camioneta blindada, sino por la cesta básica.
No se puede jugar con el umbral de la tolerancia a la desigualdad del venezolano. La rebaja de los salarios todos los días a las 4:00 pm a través del incremento de la tasa del dólar del BCV, y que aprueba el Presidente Nicolás Maduro, es a todas luces irresponsable, y se están acumulando las tensiones en la calle.
Me temo que la creciente desigualdad entre dirigentes del PSUV y los trabajadores pudiera ser más peligrosa que la misma pobreza.
Sabemos que el pueblo es más tolerante a la desigualdad con la burguesía, porque la gran mayoría desconoce el origen de la riqueza de los empresarios, ya que el salario oculta la explotación. Pero con los dirigentes políticos que el pueblo elige para que sirva a sus intereses, la cosa es diferente, porque la ostentación inmediatamente la asocian al robo de los fondos públicos.
De hecho, Mary Pili se pregunta de dónde sacan los reales, porque ella fue ministra y tiene que seguir trabajando como una persona más en Unión Radio.
Ya el discurso de las sanciones y el bloqueo está desgastado. El pueblo aspira a que sus dirigentes también resistan como ellos y abandonen la vida de reyes. El pueblo reclama líderes que combatan al imperialismo en la calle y no desde una camioneta con aire acondicionado.
Están hartos de un bloqueo de clase, donde la clase burocrática no sufre las consecuencias. Están hartos de ver llegar una camioneta a su pueblito y ver bajar a un burócrata con una carretilla de mortadelas para repartir.
No obstante las tensiones sociales, Maduro insiste en crear falsas expectativas para aumentar la tolerancia a la desigualdad, y así sostenerse en el poder cerrándole el paso a potenciales líderes revolucionarios. Este lunes, reunido con los diputados para notificarle el inicio del Año Legislativo, expresó:
“Estamos lejos de una sociedad de iguales, pero vamos hacia allá. Estamos lejos del vivir viviendo, pero vamos hacia allá”.
Falso de toda falsedad. Cada día que pasa las élites del PSUV aumentan su nivel de vida y el pueblo pasa más hambre y malnutrición. Y con total desparpajo, el Presidente intenta normalizar el sufrimiento por la precarización laboral cuando lo considera una virtud de un pueblo heroico, como lo dio a entender en el Mensaje Navideño 2022, trajeado de etiqueta con un pañuelo cuidadosamente doblado en el bolsillo del saco, y que contrasta con la pobreza de María y José de Nazareth.
Ya es una práctica de manipulación recurrente. En otras oportunidades se ha deshecho en halagos hacia el pueblo con expresiones como: “El venezolano es echao pa’lante”, “El venezolano se reinventa”, “El venezolano resuelve”. Si, es verdad, pero Maduro no debería confiarse tanto, porque el venezolano también pudiera “resolver” salir a la calle como lo hizo el 27 y 28 de Febrero de 1989, y no sabemos si esa rabia se pueda contener solamente con camiones de bolsas CLAP.
