¿A quién no le gustan los sauces llorones en la Plaza Las Tres Gracias?

Fernando Saldivia Najul
20 julio 2020


El viernes pasado amanecieron tres sauces llorones talados en el lado oeste de la Plaza Las tres Gracias, ubicada frente al lado sur de la Universidad Central de Venezuela. Sin embargo, nadie vio, nadie tomó fotografías, ni videos, y nadie escuchó la motosierra.

Como era de esperarse, los escuálidos hicieron fiesta con la noticia por las redes sociales, y aprovecharon para seguir maldiciendo al gobierno por supuestamente maltratar este patrimonio natural de la ciudad, y que fue declarado Bien de Interés Cultural de la Nación en 1999, como parte del conjunto urbano denominado Sistema de la Nacionalidad, o Paseo de los Ilustres. Por el lado de los chavistas, por supuesto que no hicieron fiesta, pero sí hubo mucho malestar por lo ocurrido.

Entre ellas y ellos, recuerdo haber leído expresiones de indignación o enojo por parte de Erika Ortega Sanoja, Osly Hernández, Larissa Costas, Eduardo Rothe (Profesor Lupa), Roberto Malaver, solo por nombrar algunas de las y los camaradas más mediáticos e influyentes.

Por el lado del gobierno, el Ingeniero Rafael Pérez Siso, del Ministerio para el Ecosocialismo, condenó la tala de los 3 sauces llorones, y señaló que se está investigando a los responsables de este hecho. Y Añadió que 2 de los árboles se pueden recuperar a partir de brotes vigorosos, y por el árbol que es irrecuperable, piensan plantar uno nuevo.



Pues bien, vamos por partes. Tengo entendido que los árboles que talaron no tienen 70 años como dicen algunos tuiteros y medios de comunicación, y tampoco fueron 12 árboles los que talaron esta semana. Los sauces llorones tienen una vida media entre 20 y 30 años, y si están bien cuidados con mucha agua, y bien tratados para evitar o combatir enfermedades, pueden llegar a 50 años, con un tronco que pudiera alcanzar entre 50 y 60 centímetros de diámetro.

De tal manera que la Plaza Las Tres Gracias no es la misma plaza que se construyó en la década de los ’50. De hecho, a lo largo de los años se han enfermado y secado muchos sauces llorones, la mayoría no alcanzaron más de 15 a 20 centímetros, y se han vuelto a sembrar otros nuevos. Incluso, en sus comienzos se plantaron 8 cipreses al sur de la plaza, detrás de la pérgola, y hoy en día no existen. En su lugar, a pocos metros de la vía sur, se pueden observar 2 jabillos, bien altos y frondosos.

Lo curioso de este asunto, es que hace unos dos años y medio atrás, se encontraban en pie 4 sauces del lado este de la plaza, y ahora no están. ¿Qué pasó? ¿Por qué las redes sociales no se enteraron cuando los arrancaron de raíz? Lo ignoro.

Si se dan un paseíto por la plaza, notarán que no le dejaron ni los tocones. Y la grama cubrió los espacios donde se hallaban. Sin embargo, si observan las fotografías y los videos de las guarimbas o actos terroristas en los alrededores de la plaza, en enero de 2018, u otras imágenes de la plaza para entonces, pueden confirmar lo que les estoy diciendo. No sé cuántos meses atrás hace que los removieron, pero no fue la semana pasada.

Me pregunto: ¿estaban enfermos?, ¿se secaron? Y si se murieron, ¿por qué no sembraron unos nuevos? Y la pregunta a la que hago referencia en el título del artículo: ¿será que hay personas que han tenido poder de decisión, ya sean servidores públicos, o bien personas de la comunidad organizada, que no les gustan los sauces llorones? No lo sé. ¿Será que prefieren unas especies que requieren menos cuidado? Es posible.

A lo largo de los últimos años se han venido sustituyendo los sauces por palmeras. Realmente desconozco si la palmera requiere menos cuidado que el sauce llorón. Lo cierto es que hoy la plaza tiene 45 palmeras, y 2 jabillos que no existían en el diseño original. Y los sauces llorones y los cipreses brillan por su ausencia.

En febrero colgaron en las palmeras unos adornos de carnaval. Se trata de unos octaedros alargados, en forma de rombos, elaborados de manera artesanal con armaduras de alambres forradas con telas sintéticas de colores vivos. Aún se encuentran allí, no los han bajado.

Entonces, camaradas, ¿plantamos nuevamente sauces llorones distribuidos alrededor de toda la plaza, como estaban en el diseño original, o solo vamos a esperar que retoñen 2 y plantamos uno nuevo como recuerdo de lo que una vez fue la Plaza Las Tres Gracias?


Publicado en Aporrea.org el 20/07/2020    

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