Fernando Saldivia
Najul
26/05/20
Kiko, cómo olvidar todo el
daño que causaste a los venezolanos y venezolanas sembrando el odio desde tu
programa Buenas Noches que trasmitía la Globovisión del oligarca Guillermo Zuloaga. Claro,
tus jefes estaban convencidos de que había que derrocar a Chávez por la vía de
la violencia. Sin embargo, ahora pretendes revertir todo ese odio que
inoculaste porque descubriste que ese no es el camino para llegar a Miraflores.
Ahora toda esa gente que
llenaste de odio está insultándote por twitter porque estas acusando a la
derecha fascista de quitarles DirecTV a los venezolanos, y también de insistir
en salidas de fuerza y no democráticas. A quienes te insultan les respondes que
ahora sí estas dispuesto a debatir con argumentos, porque ya dejaste el odio
atrás, y consideras que no es justo que hayan lanzado una despiadada campaña
desatada en tu contra desde laboratorios de odio.
Yo sinceramente, Kiko, no
creo mucho en el odio de palangristas o de mercenarios de la comunicación. Creo
más bien que tú hiciste un buen trabajo para la oligarquía, en este caso, para
Guillermo Zuloaga y compañía. Ellos sí que odian de verdad. Es lo que se conoce
como el odio de clase.
Tú bien sabes que cuando
los trabajadores están controlados y oprimidos por la oligarquía, esta solo los
desprecia, pero cuando se organizan y conquistan sus derechos, los odia. De
allí su odio enfermizo hacia el Comandante Chávez. Incluso hasta después de que
lo mataron.
Tu trabajo consistía en
alimentar el odio de las capas medias hacia la “chusma” que fue reivindicada
por Chávez. Una vez más, las capas medias debían lidiar como escuderas de la
burguesía. Tenías que lograr que fueran a marchar con odio para defender a sus
patronos.
Además de instigar el odio
desde tu programa, los dueños de Globovisión te encomendaron la tarea de
ocultar la lucha de clases. Recuerdo una noche que desde tu programa ustedes
arremetieron contra venezolanas que buscaban de manera organizada terrenos
subutilizados en Caracas para construir sus viviendas. Esa noche, desde el
canal oligarca, defendiste a los latifundistas urbanos. Acto seguido, de manera
descarada, aclaraste: ¡Aquí no hay lucha de clases porque todos somos hermanos!
¿Te acuerdas? A pesar de que hacías un buen trabajo, a veces te dejabas ver las
costuras.
Kiko Bautista, la
violencia de clase siempre ha estado presente, y tú lo sabes. De hecho, tu
programa Buenas Noches fue un instrumento de la lucha de clases entre
capitalistas y trabajadores. Todo un laboratorio de odio. Un cañón de
manipulación y terrorismo que expresaba el odio y la violencia de clase cuando
la burguesía especuladora sentía perder el poder.
Ahora dices que la
confrontación y el odio tienen al país en ruina, quebrado, destruido, y estamos
obligados a reflexionar y a debatir con argumentos. Sin embargo, no dices
que cuando el Comandante Chávez incluyó a los excluidos y levantó a la llamada
clase media que se encontraba arruinada por la oligarquía, fue precisamente
cuando empezaste a sembrar el odio por encargo desde Globovisión, como buen
sirviente, mercenario y palangrista que eres.
Publicado
en Aporrea.org el 26/05/2020
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