Fernando
Saldivia Najul
21/04/2020
Wilmar,
ya está fuerte la vaina, de pana. Después de que el Presidente Maduro sembró
todas sus esperanzas en el libre mercado, en la autorregulación de los precios
y salarios, y en la dolarización de la economía, ahora vienes tú, durante la
reunión con empresarios del área cárnica, avícola y cereales, y le dices al
reportero de VTV que están fijando estrategias para el combate frontal a la
especulación. ¿Hasta cuando esta mamadera de gallo?
Ya
ustedes tienen la credibilidad, no por el piso, sino por debajo del piso.
También dijiste que pareciera que el incremento desmesurado de los precios
hubiese sido “adrede”, para tratar de agravar la situación de pandemia que
estamos viviendo. No exactamente, Wilmar, no.
No
es la primera vez que la burguesía incrementa los precios de manera
desproporcionada. Aunque no lo creas, Wilmar, estamos en una lucha de clases
de alta intensidad, y el enemigo obviamente tiene intereses económicos y políticos. De tal
manera que, esto no es nuevo, esto es reiterativo, sistemático. Como también se ha hecho ley la
pasividad del Gobierno frente a nuestro enemigo de clase. Tanto es así, que
Nicolás no pudo disimular más, y es cuando se entrega finalmente al libre
mercado, sin tapujo, por televisión, frente a todo el país.
En
lugar de honrar el legado de Chávez, y privilegiar a las comunas y a los
campesinos, optaron por financiar a la agroindustria. Incluso, apalancaron
desde el Estado una nueva burguesía que la llamaron burguesía revolucionaria.
Si Wilmar, “revolucionaria”. ¿Y dónde están los alimentos de estos camaradas a
precios solidarios, al menos durante la pandemia del Covid-19? ¡Nada, puras
mentiras!
Ahora
la cosa se puso peor con la escasez de gasolina y diesel. Los comuneros y
campesinos tienen que parir para sacar su producción de sus pequeñas parcelas
para ofrecerla a precios solidarios a sus compañeras y compañeros de clase, quienes
habitan en pueblos, y hasta en las ciudades. Pero mucha de esta cosecha se está
perdiendo. Solo los agroindustriales tienen acceso al combustible. Una vez más
se pone de manifiesto la dictadura del capital. Y uno, el pata en el suelo, que
se joda. Qué vaina.
Publicado
en Aporrea.org el 21/04/2020
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