Aristóbulo, ¿cuánto debería ganar un burgués revolucionario?

Fernando Saldivia Najul
19 enero 2019


Aristóbulo, lo que tiene indignado a los chavistas con tus declaraciones no es tanto la reducción de las brechas de las escalas salariales, sino la hipocresía de la clase política cuando exige una moral revolucionaria y exhibe una conducta no cónsona con su discurso. Si mi pana. Los autonombrados hijos de Chávez se convirtieron en una clase distanciada de la clase trabajadora.

Tan distantes están del pueblo, que antes del asesinato de Chávez, él nos habló en su última propuesta sobre la “radical supresión de la lógica del capital” y de “pulverizar completamente la forma de Estado burguesa que heredamos”. En cambio ahora ustedes decidieron construir una burguesía revolucionaria. Es decir, ustedes torcieron el rumbo de la revolución chavista, sin consultar al pueblo, y mucho menos en fomentar un debate abierto por televisión.

Castro Soteldo lo dijo bien claro: Tenemos que ir a la construcción de una burguesía revolucionaria. Además reconoció que Nicolás ha venido cambiando la última propuesta de Chávez para adecuarla a la nueva realidad. En sus propias palabras: “(…) Plan de la Patria que el compañero Chávez escribió y que el camarada Nicolás ha ido adecuando a esta nueva realidad”. (Cultivando Patria Nº 108) Por supuesto, adecuar a la nueva realidad es el argumento perfecto que les da luz verde para hacer lo que les da la gana.

Ministro Aristóbulo Istúriz, ¿cómo carajo le vamos a pedir sacrificios a los trabajadores con estudios académicos si nuestros generales que están dirigiendo la defensa de la guerra económica no dan el ejemplo? Los empleados aspiran a vivir como viven los ministros y ministras, porque estos ni siquiera disimulan sus privilegios.

Abundan los funcionarios en cargos 99 que se les ve con sus asistentes cargando sus vehículos con cavas con más de 10 pollos para el disfrute familiar, cuando aún hay personas comiendo de la basura en la calle. Esto desmoraliza a la tropa para la lucha. Tú dices que "nosotros no podemos hacer discriminación entre ningún sector. (…) El que gana menos tiene que protegerse más”. Por favor Ministro, la discriminación existe y tiene nombre y apellido. Se llama las mieles del poder de funcionarios distanciados del pueblo.

Hermano, aquí todavía impera la engañosa ideología burguesa del ascenso social.  Y la clase política hace rato que cayó en la tentación. De hecho, Nicolás está financiando a los jóvenes emprendedores para que asciendan por encima de la clase obrera.

Mientras Chávez hizo grandes esfuerzos para formar a la mujer y al hombre nuevo, ustedes le entregaron al capitalismo la televisora social Tves. Televisora que tanto le costó a Chávez recuperar. Ahora más que antes, las personas aspiran a ascender, a “ser alguien en la vida”, como un ministro con flux, por ejemplo. No es lo mismo que Venevisión o Televen promuevan los valores del capitalismo a que lo haga un medio de un gobierno que se hace llamar chavista. ¿Dónde está la mujer nueva y el hombre nuevo en la programación de Tves?

Aristóbulo, parece increíble, pero creo que ni siquiera las obreras y los obreros están de acuerdo con cerrar las brechas inter-escala. ¿Por qué? Bueno, porque muchos tienen hijas e hijos que están estudiando en la universidad, y resulta que la clase dominante siempre les ha prometido que si estudian pueden ascender en la escalera social y mejorar su “calidad de vida”. Y cuando perciben la manera como viven los ministros del Estado burgués, es lógico que las obreras y obreros aspiren a una vida similar para sus hijos. Ellos aspiran a comprarse un vehículo, a comprarse varios fluxes, a comer carne en restaurantes, a viajar al exterior para visitar a sus hijos, por ejemplo, y eso solo se puede alcanzar en una sociedad desigual.

La gente no quiere sacrificarse más porque el Gobierno se niega a publicar la lista de los empresarios y funcionarios públicos que cometieron el desfalco a la nación, y que juntos impulsan la guerra económica contra la clase trabajadora.

La gente no quiere sacrificarse más porque nadie le explica cómo fue que el enemigo destruyó a Pdvsa sin que nadie del Gobierno se diera cuenta que la estaban destruyendo.

Los chavistas no quiere sacrificarse porque ustedes continúan entregándole créditos y otorgándoles divisas preferenciales a la burguesía adeco-copeyana y a la burguesía revolucionaria, para que luego esos alimentos se vayan a Colombia vía contrabando, tal cual lo reconoció Castro Soteldo en su programa Cultivando Patria Nº 103, cuando dijo que desde Portuguesa salen alrededor de 300 mil toneladas de arroz [al año] que se producen para el consumo venezolano, sin mencionar quienes y cómo la sacan por la frontera.

Hermano Ministro Istúriz, la gente no quiere sacrificarse más porque se dio cuenta que la única mercancía que está regulada es la fuerza de trabajo. Los precios acordados entre el Gobierno y el enemigo de clase a puerta cerrada, no son defendidos por el Gobierno, en cambio sí se le exige al pueblo que los defienda y se enfrente a miembros de la guardia nacional y de la policía que están al servicio de la burguesía comercial.

Aristóbulo, la sociedad socialista está muy lejos de ser una realidad. Los autonombrados hijos e hijas de Chávez no son comunistas, más bien a estos los rechazan y no los toman en cuenta en la toma de decisiones.  Ellos no sueñan con suprimir la lógica del capital. Ellos pretenden construir unas comunas sin comunistas, y tuteladas por un Estado burgués revolucionario.

Mucho nos hablaste de la necesidad de achatar el Estado. Eso está bien, pero no veo que se esté trabajando en esa dirección. Ahora nos hablas de achatar la escala salarial. Eso también está bien como una medida en el tránsito hacia el socialismo. Pero es natural que afloren las contradicciones en una sociedad que promueve el ascenso social, con una economía controlada por monopolios, como Polar, protegido por funcionarios del Estado burgués. Recuerda lo que escribió Elías Jaua: los monopolios y oligopolios “existen y hay que trabajar con ellos”. Coño, pero si hasta el mismo Lorenzo Mendoza reconoció que está en la guerra mi pana.

Lo más irónico del asunto es que quienes más la chillan por la reducción de las brechas en la escala salarial, son los mismos escuálidos que defienden la grosera brecha que existe entre sus salarios y las ganancias de los capitalistas, al tiempo que se estremecen cuando ven a las obreras y obreros de su misma clase asalariada disfrutar de una remuneración cercana a la de ellos, poniendo en riesgo el estatus que los “distingue”.

Aristóbulo, en la sociedad que soñamos los socialistas no habrá escala de salarios, ni salarios justos, ni salarios iguales para todos. Ni siquiera habrá salarios. Y no habrá salarios porque vamos a abolir la explotación del hombre por el hombre, o la explotación del hombre por la burguesía revolucionaria.

El socialismo chavista aspira a suprimir la lógica del capital y pulverizar el Estado burgués, para que finalmente podamos hacer realidad la máxima: “de cada quién según su capacidad, a cada quién según su necesidad”. Pero según la necesidad real de cada uno, y no según la necesidad creada por la televisión burguesa, y que muchos funcionarios sin formación revolucionaria la hacen suya.

La igualdad a la que aspiramos los socialistas, es a la igualdad en la satisfacción de las necesidades reales. Y debido a que tenemos necesidades reales desiguales, no podemos facilitarle a cada uno los mismos bienes materiales y espirituales. Saludos.


Publicado en Aporrea.org el 19/01/19

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