23 febrero 2017
La
oligarca y racista María Corina Machado Parisca Zuloaga escribió en su cuenta
de twitter @MariaCorinaYA : “Es inmoral e inhumano que en Venezuela un niño
coma de la basura…” (8 dic. 2016)
Ahora
se asombran, se alarman, se les parte el alma, y hasta son capaces de
indignarse cuando ven niños hurgando en la basura. Pero cuando el Comandante
Chávez los protegió como los Niños de la Patria que son, se burlaban de él. Hipócritas.
Las
redes sociales son buenas para refrescar la memoria. En los mensajes por
twitter no se cuidaban por ocultar sus miserias. No sentían la más mínima
vergüenza cuando atacaban de manera burlesca al Comandante por haber rescatado
y dignificado a más de 8 mil niños que la oligarquía y la MUD habían echado a la calle
durante la IV República.
Aquí
les traigo una pequeña muestra de lo que disparaban los escuálidos por la red
social Twitter cuando ya prácticamente no había niños de la calle:
Ana
Karina Villalba @ANAVILLALBA
Atender
niños de la calle: bautizarlos "DE LA PATRIA". Auxiliar damnificados: llamarlos
"DIGNIFICADOS". Resolver inseguridad: llamarlos
"BUENANDROS".
5:37
- 26 jul. 2011
Elías
Pino Iturrieta @eliaspino
Los
niños de la calle no han desaparecido, pero han evolucionado. Ahora hacen
maromas cerca de los semáforos.
8:39
- 18 jul. 2012
José
Guerra @JoseAGuerra
¿Por
qué están disminuyendo los niños de la calle? ¡Será porque el hampa los está
asesinando!
12:47
- 18 jul. 2010
Camaradas,
la lista de mensajes de burla es más larga, pero creo que esta muestra es
suficiente para recordar la calidad humana de nuestros enemigos y de lo que son
capaces.
Ahora
los escuálidos se dan golpes de pecho y se rasgan las vestiduras. Atacan con
cinismo a la revolución cuando ven personas hurgando en la basura luego de 4
años de asedio económico. Una guerra que nos impusieron las fuerzas
imperialistas con la ayuda de la oligarquía criolla, la derecha y sus fichas
civiles y militares infiltrados en cargos 99 dentro de las instituciones y
empresas del Estado. Infiltrados que aún no hemos podido remover de sus cargos
porque han acumulado mucho poder, y Nicolás y Diosdado están muy concientes de
nuestras debilidades para combatirlos. Tan es así, que hay quienes consideran
que el Gobierno Bolivariano se asemeja mucho a un gobierno de coalición donde
se reparten cuotas de poder, y que las fuerzas chavistas han postergado la
lucha de clases a lo interno, a la espera de otros vientos que soplen a nuestro
favor.
Ahora
tenemos a Sor María Corina de los Amos y Ladrones del Valle sufriendo por los
niños víctimas de la guerra económica. La misma que el 11 de febrero de 2015
nos ofreció a través de un comunicado del atentado golpista que si se iba
Nicolás acabarían con las colas “a cortísimo plazo”. Esto lo escribió a pesar
de que en un párrafo anterior en el mismo texto acusa al Gobierno Bolivariano
de haber devastado la economía. Y nos preguntamos cómo era posible que ellos
acabaran con las colas en un cortísimo plazo con un aparato productivo
destruido. Esta evidente contradicción solo confirmaba lo que ya sabíamos: las
colas formaban parte de una guerra económica con claros objetivos políticos, y
este personaje perteneciente a la rancia oligarquía estaba participando
activamente en el sabotaje de la economía. Total, a ella nunca le va a tocar
hurgar en la basura, como sí lo hace hasta la llamada clase media en España,
por ejemplo.
Por
otro lado, y sirviendo a la oligarquía, el 13 de febrero la adeca millonaria y
racista Diana D’Agostino escribió en su cuenta @diana_dagostino otra perla:
“…la revolución multiplicó los niños de la calle…”. Y el 28 de diciembre otro
adeco millonario y racista, arrastrado a los Amos y Ladrones del Valle, Henry
Ramos Allup, dijo en su cuenta @hramosallup que: “…antes ni siquiera los
mendigos comían en basureros”.
Si
estos personajes de la IV
República no tuvieran tanta influencia sobre las capas
medias, no valdría la pena perder el tiempo respondiendo a sus ataques. Pero
resulta que el egoísmo, el racismo y el odio de muchos opositores los conduce a
reproducir esta despiadada campaña de mentiras que lanza la derecha y sus
operadores políticos.
La
verdad, aunque duela, es que la revolución no multiplicó los niños de la calle,
más bien los protegió, se hizo justicia, y así lo reconocieron hasta las
asociaciones civiles de la derecha que hacen obras de caridad. Y le recuerdo a
los adecos y adecas que en la
IV República sí había compatriotas que comían en basureros. Y
los había no porque Venezuela fuera
víctima de una guerra económica como ahora, donde el oligarca Lorenzo Mendoza
sube los precios de los alimentos todas las semanas, sino porque el pueblo
empobrecido era víctima de un proyecto de exclusión planificada por parte de la
oligarquía y sus políticos. Por supuesto, esa política de exclusión
representaba más renta petrolera para sus bolsillos. ¿Verdad María Corina?
No
olvidemos que cuando Chávez llegó al poder se encontró con miles de niños de la
calle inhalando pega de zapatero como droga para mitigar el hambre, o tomando
un poco de comida de los platos en los restaurantes para luego pegar la carrera
cuando veían a los mesoneros que corrían tras ellos. A estos niños los llamaba
la prensa burguesa despectivamente los “huele pega”, pero no los protegían. Por
otro lado, en las noches se acercaban familias enteras de tres generaciones,
abuela, madre e hijos, a comer de la basura que arrojaban los restaurantes de
comida rápida como Arturos’s y McDonald's, sentadas en los banquitos en pleno
Bulevar de Sabana Grande. Y muy pocas personas sentían indignación al verlos. A
las capas medias se les acostumbró a dar limosna para que no se sintieran
culpables, o corresponsables. Pero hasta allí. Eso era cotidiano.
Fue
el Comandante Chávez quién derrotó la clásica y odiosa consigna de la derecha
“limosna si, justicia no”, y creó la Misión Alimentación
en abril de 2003. Ahora gracias a Chávez muchos más compatriotas saben que la
alimentación es un derecho humano y no una limosna.
Pero
era necesario destruir la Misión Alimentación. Esto teníamos que tenerlo
siempre presente los revolucionarios. Malgastar la renta petrolera para
abastecer de pollo, carne y leche a los excluidos de la IV República atentaba
contra los intereses de la oligarquía y el imperialismo. Contrarrevolucionarios
civiles y militares se infiltraron en cargos 99 y comenzaron a desviar los
alimentos subsidiados hacia los restaurantes de la burguesía y las capas medias
acomodadas, y otras modalidades de bachaqueo. Los mismos restaurantes donde
posiblemente han comido personas como Henry Ramos Allup, Diana D’Agostino, o
María Corina Machado después de una jornada de combate contra la dictadura. Así
pues, mientras destruían la obra del Comandante Chávez, los infiltrados hacían
un gran negocio.
En
la medida que destruían la
Red Mercal fueron apareciendo cada vez más colas, y cada vez
más largas, tanto en los mismos locales de Mercal como en los abastos
capitalistas. Y se comenta en las colas que Ramos Allup se regocijaba cada vez
que llegaba a las oficinas de la sede de Acción Democrática en la urbanización La Florida, cuando
presenciaba a diario la cola de mujeres en el Automercados Plaza’s ubicado
enfrente del edificio de AD. Sabía que las colas lo llevarían nuevamente al
poder.
Durante
la última campaña para diputados, Ramos Allup se acercaba para estrecharle la
mano a las mujeres agobiadas por el sol y ofrecerles acabar con las colas
cuando llegara a la
Asamblea Nacional. Se lo ofrecía a mujeres que en su mayoría
fueron dignificadas por el Comandante Chávez con una vivienda en la avenida
Libertador, donde se encuentra precisamente el Automercados Plaza’s en
cuestión. Viviendas que Ramos Allup, Diana D’Agostino y María Corina Machado
les negaron en la IV
República. Más nada.
Publicado
en Aporrea.org el 23/02/17
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