Fernando Saldivia Najul
30 octubre 2023
Jacqueline, entiendo que la Misión Venezuela Bella que tú diriges está más orientada a atraer el turismo internacional, que para satisfacer a los propios venezolanos. De hecho, después que desmantelaron PDVSA, Nicolás lo dijo bien claro: “El turismo es el arma secreta de la nueva economía”.
Cuando Jorge Rodríguez (hijo) era Alcalde de Caracas, escribí un artículo en Aporrea, titulado “Los bancos sin espaldar son para la clase trabajadora”, que trata sobre una especie de urbanismo o arquitectura hostil que sufrimos los caraqueños de a pie. Para ese entonces Aporrea no estaba bloqueada, aún no habían derrotado la revolución, teníamos poder, el artículo lo leyó mucha gente, y sin embargo, no me pararon bolas.
http://www.aporrea.org/actualidad/a121766.html
Ingeniera, ¿tú no te has puesto a pensar por qué Carlos Raúl Villanueva dispuso de bancos con espaldar en la ciudad universitaria, incluso en la Facultad de Ingeniería, donde estudiaste, y en cambio en Caracas es casi imposible encontrar un asiento cómodo? Ni siquiera en la Plaza Bolívar puede uno disfrutar de asientos con espaldar, y eso que fue remodelada cuando llegó el Comandante a Miraflores. ¡Insólito!
Para muestra un botón. Actualmente se encuentran restaurando la Plaza La Iglesia en Sabana Grande, la Plaza Francisco Solano en Las Delicias, y el Bosque Urbano El Porvenir en La Florida, entre otros, y a ningún urbanista, arquitecto o ingeniero del Estado se le ha ocurrido colocar asientos con espaldar. O quizá, no se les ha permitido. Qué desgracia.
Y no solo en el Municipio Libertador. La misma indiferencia por los de a pie, o la misma violación del derecho a la ciudad que tienen los de a pie, ocurre en otros municipios, como el Municipio Chacao, por ejemplo. Recientemente, el alcalde Gustavo Duque de Chacao sustituyó los asientos con espaldar que existían hasta hace un año en la Plaza La Castellana, por los bancos sin espaldar más incómodos de toda Caracas.
https://www.aporrea.org/actualidad/a316729.html
En la década de los 50, en la Plaza Altamira se colocaron bancos con espaldar de madera, como los de la ciudad universitaria. Ya no es así. Ahora tienen bancos de castigo, que obligan a encorvarse y a propiciar una hernia discal, como en casi toda Caracas, cuando actualmente casi nadie puede costearse una cirugía de columna, y tú lo sabes.
Entonces, Ingeniera Faría, ¿cómo pretenden atraer el turismo internacional cuando estos turistas están acostumbrados a disfrutar de asientos ergonómicos en las plazas y parques de Europa, Incluso en las estaciones del subterráneo en Europa disponen de bancos con espaldar?
Y de la anterior, surgen otras preguntas, ¿por qué el Metro de Caracas no puede disponer de asientos en el andén? ¿Quién tomó esa decisión? ¿Vamos a pasar toda la vida escuchando a las operadoras por los parlantes amenazando a los usuarios con expulsarlos de la estación si estos, extenuados, se sientan en las escaleras, muros y en el piso de los andenes? No vale, hasta cuándo tanta indolencia con la clase trabajadora.
Hace un año, cuando comenzó la restauración de las estaciones del metro, colocaron un banco en la Estación del Metro de Altamira, de acero inoxidable. No tenía espaldar, pero significaba un avance importante en el desarrollo humano de este medio de transporte. Sin embargo, al mes lo quitaron. Una lástima. Solo espero que no hayan despedido al empleado o empleada que tomó esta decisión a favor de la clase trabajadora.
Qué vaina tan seria, Jacqueline. Desconozco si tú tienes el poder para tomar la decisión de colocar asientos con espaldar en Caracas. Solo se les pide hacer más humana la humanidad, sobretodo con sus compatriotas que no tienen carro ni poder adquisitivo para hacer turismo en Europa, o para ir a un club privado, o a un centro comercial, o a un restaurante para pagar siquiera un café sentado en una silla con espaldar. Saludos.
Publicado en Aporrea.org el 10/09/23
https://www.aporrea.org/actualidad/a325791.html
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