Fernando
Saldivia Najul
19 enero 2023
Este 14 de enero, desde una
sala de
https://twitter.com/AngelMonagas/status/1615150721573261312
En el video que está rodando por Whatsapp y por las redes sociales, se puede escuchar a la diputada cuando manifiesta su desacuerdo en realizar contramarchas o concentraciones del PSUV para el pasado Día del Educador, según la orden que dieron desde Caracas, con el propósito de contrarrestar las protestas legítimas de los docentes por un salario digno.
Pues resulta que la diputada Gladys Suárez sí reconoce que en las protestas que se están multiplicando a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, también hay gente del chavismo, y le hace un llamado de alerta a Nicolás:
“¿Dónde está el presidente, pues? ¿O es que no está viendo las marchas que nos están haciendo? Chavistas y no chavistas (…) ¿O es que nosotros no queremos escuchar al pueblo? ¿Vamos a esperar que nos den un buen coñazo? (…) pero es que ya no aguantamos más. Ya no me pueden seguir con la misma cantaleta. ¿Quién es más criminal, el dólar paralelo o el dólar del BCV? (…) Nos están haciendo una reunión de protesta en cada uno de los municipios (…) Tenemos para no salir a trabajar más, por los que están ahí. Es que no alcanza ni para los pasajes”.
Más adelante expone el resentimiento del pueblo frente a la vida ostentosa de las élites del PSUV, que se pasean con unas caravanas de camionetas:
“Si, es verdad. Todo eso que
nos está haciendo los Estados Unidos,
Acto seguido, y muy indignada, denuncia a las mafias de militares que controlan las estaciones de servicio:
“Los militares nos están pisoteando como les da la gana. Si no, díganmelo a mí que estoy metida en todas las estaciones de servicio. ¿Quién maneja el combustible? ¡Coño, hasta cuando, hermano!”.
La diputada también recuerda que por estar acatando órdenes arbitrarias desde Caracas, perdieron la gobernación en el Zulia:
“¿Nosotros vamos a seguir tapando eso con un dedo porque Caracas nos ordene? ¡No! Caracas sabe que ya no me puede seguir ordenando, y por eso nosotros perdimos las elecciones en el Zulia, nos batieron contra el suelo (…)”.
Finalmente, concluye que el pueblo tiene hambre y esto se les está yendo de las manos al Gobierno-PSUV:
“(…) el pueblo tiene hambre. El pueblo está pasando necesidad porque está difícil la situación. ¿Por qué nosotros tenemos que salir a hacer una contrapartida? No más potes de humo. Por dios, no más promesas. ¡No!, se acabaron las promesas. (…) la situación del país no está buena, está extremadamente delicada. (…) no queremos que esto se nos vaya de las manos, y se nos está yendo”.
No hay duda que la diputada dejó al descubierto el descontento que existe en las bases del partido oficialista. Sobretodo por el resentimiento que se ha generado por la creciente desigualdad entre los Toyoteros del PSUV y los beneficiarios de las bolsas CLAP.
Incluso, hay funcionarios en los organismos públicos que después de pagarles con bolsas de alimentos a los empleados, salen muy orondos con las camionetas blindadas del Estado a hacer sus diligencias personales y a pasear con sus familiares y amigos.
Esto es una bomba que si el Presidente no la desactiva a tiempo podría estallar con una ola de violencia provocada por la ostentación de lujos de la clase política que se distanció del pueblo y ahora toma decisiones a favor de la nueva burguesía del PSUV y FEDECÁMARAS. ¿Hay todavía algún trabajador o docente que dude que la lucha es de clases?