Hector Navarro, ¿qué hiciste con los corruptos y escuálidos en cargos 99?

Fernando Saldivia Najul
24/12/2019


Hector, acabo de leer la entrevista que le ofreciste al diario Panorama el día de ayer lunes, y puse especial atención cuando el periodista te pidió que hicieras un ejercicio de autocrítica por el estado actual de cosas del país.

Por supuesto, no esperaba que en una entrevista expusieras una lista de los errores que a tu juicio hayas podido cometer durante tu gestión, pero tampoco esperaba una respuesta tan corta. Recuerda que los revolucionarios que te leen necesitan nutrirse de tu experiencia en los distintos cargos que ejerciste, y de esta manera, a pesar de que fuimos derrotados, poder levantarnos, revisar y corregir el rumbo de la revolución, participando en esa dinámica dialéctica transformadora de manera más conciente y organizada. Y más aún cuando se trata de una persona que estuvo tan cerca del Comandante Chávez desde antes de que asumiera el poder.

En la entrevista aseguraste que el proyecto de Chávez fue derrotado desde adentro. En eso estamos de acuerdo. El ataque del enemigo fue más certero desde adentro que desde afuera. Además dijiste que los factores que lo hicieron estuvieron presentes casi todo el tiempo. También estoy de acuerdo. Incluso desde antes de que Chávez asumiera el poder, ya estaban a su lado. De hecho, los soldados y oficiales que lo acompañaron en la rebelión del 4F, casi ninguno era revolucionario ni tenía formación revolucionaria. Al contrario, tenían aspiraciones materiales de ascenso social. Aunque irrumpieron en la escena política el 4F de 1992 con la bandera anticorrupción, muchos hoy son los nuevos ricos de Cadivi.

Chávez asume el comunismo, la verdadera democracia, años después de haber llegado a Miraflores. De allí su famoso “Comuna o nada”. Y claro, tuvo que ganarse muchos enemigos dentro de su entorno. En una entrevista que le ofreció para El Universal el 8 de julio de 2007, el General Alberto Alberto Müller Rojas cuenta que medidas tan necesarias como el cese de la concesión a RCTV, incomodaron a muchas personas dentro del gobierno porque se trataba de un ataque a la burguesía. Es decir Hector, que Chávez tenía resistencia dentro de su entorno no solo por revolucionario, sino hasta para aplicar la ley contra una empresa privada.

Camarada Hector, como ya mencioné, en la entrevista hiciste una autocrítica. Fue corta, pero eso es lo que hay. Confesaste que fuiste responsable de la destitución de al menos tres ministros, y te lamentas porque posiblemente tu presión hacia Chávez no haya sido suficiente para que la limpieza necesaria haya sino más completa, especialmente cuando él ya se encontraba afectado por el cáncer que es cuando más necesitaba de esa protección.

Está bien Hector. También debemos considerar que no fue fácil para el Comandante deslastrarse de todos los reformistas y corruptos de un solo plumazo. Para mantener cierto equilibrio de tipo estratégico y táctico, se veía obligado a mantener a ciertas personas dentro de su equipo de trabajo que les fueron útiles para algunas tareas en un momento dado. Hay camaradas que consideran que cometió errores en la selección de su entorno. Claro que los cometió. ¿Pero le podemos pedir más al hombre que más luchó por la unión de Nuestra América, y por la liberación de la clase trabajadora venezolana durante el siglo XX y lo que va del XXI?

Tú dices que ejercías presión hacia Chávez para que abriera los ojos y destituyera a personajes que considerabas contrarrevolucionarios. Sin embargo Hector, sería bueno para el análisis de los errores y aciertos, que nos contaras qué hiciste con los corruptos y escuálidos en los cargos 99. ¿Cómo fue esa experiencia?

Te lo pregunto hermano, porque tú sabes, por un lado Chávez haciendo llamados para desmantelar el Estado burgués, y por el otro, ministros metiendo socios, familiares, cuñados, panas, amantes y compadres escuálidos o corruptos en cargos de confianza. Hasta que sucedió lo que se temía. Surgió la Nueva Burguesía apalancada desde las empresas e instituciones del Estado, como Pdvsa, Corpoelec, Cadivi, alimentación, etc, con sus respectivos testaferros, que finalmente nos derrotó.

Por cierto Hector, en su artículo de ayer Rafael Ramírez denunció a la Nueva Burguesía que surgió y se consolidó con el Presidente Nicolás Maduro. Sin embargo, no mencionó a la Nueva Burguesía que surgió durante su gestión por 12 años en Pdvsa. En otras oportunidades Ramírez ha reconocido que durante su gestión hubo corrupción como en todas las instituciones y empresas del Estado. Incluso, ha reconocido que también desde Pdvsa surgió una Nueva Burguesía.

El 16 de mayo de 2019, con relación al desfalco a la nación, Ramírez escribió en su cuenta de twitter: “Hay que traer todo lo que han sacado del país: Pdvsa, Cadivi, Cencoex, Fondo Chino, Bandes, Corpoelec, empresas del Estado, delitos cambiarios, especulación financiera, banca, todo lo desfalcado a la nación. Tanto por la nueva como por la burguesía de siempre. Sin doble discurso”.

Lo sabíamos. La empresa más importante del país, el corazón de la economía, estaba infestada de escuálidos y corruptos en cargos 99. Era previsible que una Nueva Burguesía surgiera y se consolidara durante la gestión de Rafael Ramírez. Como podemos ver, la empresa líder no dio el ejemplo. Quizá si se hubiera limpiado Pdvsa, las demás empresas e instituciones del Estado hubieran emulado algo de esa conducta. No sé.

Hector Navarro, tú sabes que el Estado burgués sirve a los intereses de la burguesía, vieja y nueva. Tú sabes que para desmantelarlo se requiere principalmente de la presión y participación del pueblo organizado y conciente desde afuera. Pero se hace más difícil si los revolucionarios que toman el poder de las empresas e instituciones del Estado representan una ínfima minoría frente a los reformistas y corruptos. Frente a la lucha de clases interna batallamos con desventaja abrumadora.

El socialismo se construye con líderes que luchan por abolir la explotación laboral y la sociedad de clases. Creo que se hace cuesta arriba construir el socialismo con personas de “confianza” dentro del Estado que están alienadas, sin formación ideológica, incapaces de disfrutar el bienestar social, la lucha por la libertad, la solidaridad, la compañía desinteresada no mercantilizada. Personas más bien inclinadas a competir y consumir para aliviar u olvidar el malestar que causa el capitalismo, en lugar de descubrir y crear para transformar al servicio de la comunidad. Personas que desconocen la causa última de su malestar. Sabemos que quienes defienden de manera inconciente la sociedad de clases son propensos a caer en la tentación del ascenso social y los placeres que ofrece esta sociedad de clases, pero que solo alcanza una pequeña minoría.

Te pregunto Hector, ¿cuántos comunistas, enemigos de la sociedad de clases, ocupaban cargos 99 cuando eras ministro? Saludos.


Publicado en Aporrea.org el 10/12/2019   

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