Fernando Saldivia Najul
04 noviembre 2019
Wilmar, Diosdado, hay
niños y niñas que tienen 3 años comiendo basura, rodilla en tierra, quizá sin
saber mucho sobre tácticas de guerra, resistiendo los ataques del imperialismo
yanqui, sin embargo, el gobierno no habla de estos valientes soldaditos. ¿Por
qué? ¿Qué hay detrás de este silencio que nos avergüenza como venezolanos, y
sobretodo, como revolucionarios? No puede ser que las primeras bajas de esta
guerra sean niños y niñas, incluso bebés lactantes, que están acumulando muchos
daños físicos y psicológicos irreversibles.
Hace unos días Nicolás nos
volvió a amenazar con los perniles. Hay camaradas que entran en pánico cuando
mencionan el tema de los perniles. Y no es para menos. Todos los años esta
política ha dejado más descontento que satisfacción. Coñazos van y coñazos
vienen por un pernil o por un pedazo de pernil. La propia piñata.
Hay otros camaradas que se
molestaron porque Nicolás aprobó la semana pasada una cantidad de divisas para
la compra de los perniles, cuando deberíamos más bien impulsar la producción
nacional. Unos días más tarde, ayer domingo, en su programa Cultivando Patria
Nº 150, el Ministro Castro Soteldo aclaró que esos recursos que aprobó Nicolás
no son para importar perniles sino para pagarles a los productores nacionales.
Entonces nos preguntamos, ¿será que la burguesía agraria patriota nos está
cobrando los perniles en Euros?
El tema da para varios
artículos, no por la cantidad de proteína animal que el gobierno espera
garantizar al venezolano en diciembre, sino porque es un indicador y fiel
reflejo del aumento de la deshumanización, propia de las sociedades de clases,
que estamos viviendo actualmente con la guerra económica y con las políticas de
corte neoliberal que el gobierno nos viene aplicando a los trabajadores para
enfrentar la corrupción y los ataques del imperialismo.
Diosdado, el 5 de
diciembre de 2018, en tu programa Con el mazo dando, regañaste a la gente que
se estaba peleando por un pedazo de pernil. Y dijiste muy claro que tenían
prioridad “los que han sido más castigados por esta guerra”, y dijiste además
que “el que pueda tener su pernil por otra vía, téngalo por otra vía”.
Sin embargo, Diosdado
pareciera que tus palabras se las llevó el viento. Días más tarde, se pudieron
observar algunos entes del Estado cuando repartieron 2 perniles a cada uno de
sus empleados, dentro del combo navideño. Y muchos nos preguntamos: ¿Y las niñas
y niños que comen basura, los que han sido más castigados por esta guerra,
cuánto recibieron?
Y no hablemos de las
cantidades de perniles que negociaron en dólares algunos privilegiados que
controlan la distribución. Si camaradas. Nicolás había anunciado en
octubre de 2018 que venía “un pernil completo, grande y gordote para todos los
CLAP del país”. Se trataba de un buen lote de mercancía. Bastaron estas
palabras del Presidente para que se les abrieran las agallas a los ladrones que
se encuentran entre los encargados de la cadena de distribución. Por supuesto,
los perniles no llegaron a todas las familias, una buena cantidad se la robaron
en el camino.
Castro Soteldo, este año,
entiendo que para no crear falsas expectativas y para evitar la rebatiña de
rigor, en tu programa aclaraste a tiempo que no es un pernil por persona,
tampoco un pernil por familia. De lo que se trata es que le llegue a cada
persona 300 gramos de pernil para la cena de navidad. Sin
embargo, no especificaste si esta medida de ajuste es extensiva para todos los
miembros de la clase política. Saludos.
Publicado
en Aporrea.org el 04/11/19
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