03 diciembre 2015
Lorenzo Mendoza no tiene cuenta en
Twitter pero parece que escribiera a través de la cuenta @todossomospolar, supuestamente una cuenta de
trabajadores de Empresas Polar. Digo supuestamente porque por ninguna parte mencionan
la palabra explotación, ni plusvalía, y son precisamente los burgueses quienes evitan
tocar este tema.
La riqueza del patrono Lorenzo Mendoza
se debe principalmente al saqueo de la renta petrolera, como lo escribí en mi
artículo anterior, titulado “Mario, Lorenzo Mendoza ni entrega Polar ni se va
del país”. Sin embargo, es justo señalar que Lorenzo Mendoza también explota a los
trabajadores. Además de robarles el salario a los venezolanos y venezolanas
cuando especula con los precios de los productos, también extrae plusvalía
media a los trabajadores, y también extrae plusvalía extraordinaria porque
cuenta con un nivel de desarrollo tecnológico —no propio, sino importado del
norte con las divisas de Pdvsa— que está por encima del promedio de las
empresas del ramo. Que por cierto, quedan muy pocas porque a fuerza de boicot unas
las fue quebrando, y otras las fue absorbiendo, como lo hizo con Mavesa y
Helados EFE, por ejemplo, hasta que se transformó en un monstruo muy peligroso
que se parece mucho a un monopolio.
La familia Mendoza pudo construir este
monstruo de los alimentos y bebidas alcohólicas porque como oligarquía controlaron
directa o indirectamente el Estado burgués. Estado burgués que los
revolucionarios no hemos podido desmantelar, y por lo tanto todavía tienen a
muchos de sus cabilderos o lobbistas dentro. De modo que ahora el heredero Lorenzo
Mendoza es quién regula el mercado de alimentos y cervezas. A Lorenzo Mendoza no
le gusta el libre mercado, no le gusta competir, pero sí disfruta controlar
nuestros alimentos, y se da el lujo de parar la producción para castigarnos
haciendo colas y conspirar contra la revolución, porque pareciera que la
fortuna que tiene en los bancos del exterior aún es muy pobre según el concepto
de felicidad que a él le enseñaron en su casa.
Una pequeña prueba de que Lorenzo
Mendoza controla nuestros alimentos es que apenas a dos semanas de las
elecciones parlamentarias, el Estado le dio luz verde para producir harinas mezcladas
para que las venda al precio que le dé la gana, hasta seis veces por encima de
la harina regulada. ¿Y qué pasó?, que desapareció casi por completo la harina de
maíz regulada de los estantes, o más bien, desapareció de las paletas, porque
la regulada no la colocan en los estantes, y es así como Lorenzo Mendoza sigue
siendo el rey, o el diablo, como le dice Nicolás, no sé. Y por supuesto, demás
está decir que esta transferencia de plusvalía que Mendoza roba vía
especulación comercial no la comparte con sus trabajadores.
La mafia de los Mendoza no es nueva. No
voy a echar el cuento desde sus orígenes, ni la magnitud de sus tentáculos con
el Estado. Ya otros camaradas han escrito sobre esta interfaz entre el sistema estatal y el sistema oligárquico
parásito. Solo una
pequeña muestra. El abuelo de Lorenzo Mendoza es Lorenzo Mendoza Fleury, fundador
de Empresas Polar. El primo de Lorenzo Mendoza Fleury es Eduardo Mendoza
Goiticoa, quién fuera Ministro de Agricultura y Cría de Rómulo Betancourt. Es
obvio que su primo lo privilegió con créditos blandos y condonaciones de
deudas. Privilegios al que tenía acceso solamente la oligarquía, dejando por fuera
a los llamados pequeños emprendedores, y más aún si se trataba de venezolanos
de piel oscura. El hermano de Eduardo Mendoza Goiticoa es el famoso Eugenio Mendoza,
un privilegiado de la industria de la construcción. Este tipo tenía tanto
poder, que si algún economista analista de crédito empleado de la Corporación
Venezolana de Fomento no le aprobaba el crédito porque no
reunía los requisitos, a este economista lo echaban a la calle sin pataleo, aunque
fuera laureado o laureada con honores de alguna prestigiosa universidad
venezolana. Así actuaba toda esta mafia y el resto de la oligarquía.
Y hay más. La hija de Eduardo Mendoza
Goiticoa, Antonieta Mendoza Coburn, es la mamá de Leopoldo López. Por lo tanto,
Lorenzo Mendoza y Leopoldo López son primos, ambas familias derivan de un mismo
tronco. Y hay más. El oligarca larense y actual diputado Eduardo Gómez Sigala fue
Coordinador General de la
División de Alimentos de la Fundación Polar, y
está casado con la hermana de Lorenzo Mendoza, Leonor Mendoza Giménez.
Si nos están haciendo la guerra de los
alimentos, es necesario conocer quienes son nuestros enemigos para poder
combatirlos. No podemos contraatacar a fantasmas, no somos idiotas. Sepan
trabajadores de Polar que ustedes no son familia de Lorenzo Mendoza. Ustedes no
explotan ni extraen plusvalía, ni la captan ni la roban, ni deciden cuándo
parar o arrancar las plantas de molienda y empaque de nuestros alimentos. Ubíquense.
Es cierto que Empresas Polar tiene un
nivel de desarrollo tecnológico superior a la media en su ramo en Venezuela.
Pero esto solo fue posible porque son oligarquía y han tenido un acceso obsceno
a las divisas provenientes de la renta petrolera, es decir, las divisas del
pueblo. De modo que Lorenzo Mendoza no invierte en ciencia ni en tecnología,
todo lo compra a las trasnacionales con nuestras divisas. Las trasnacionales le
proporcionan la maquinaria, que si bien no es tecnología de punta porque el
imperialismo no admite competidores malinches, sí es una tecnología que en
Venezuela les permitió disminuir el "costo unitario a nivel de su empresa" (valor individual) con
respecto al valor de la mercancía (valor social). Por cierto, esta maquinaria es ingeniada y
fabricada por la clase trabajadora asalariada de las trasnacionales, que
incluye robo de cerebros y trabajadores migrantes de los países periféricos. Ya
sabemos que los capitalistas ni descubren ciencia ni crean tecnología, eso le
corresponde a los asalariados. Ellos solo se apropian de la plusvalía, del
trabajo ajeno.
En estas condiciones de superioridad
tecnológica los trabajadores de Empresas Polar procesan más productos por
unidad de tiempo que aquellos trabajadores de las empresas con tecnología
inferior. Es así como el patrono Lorenzo Mendoza se apropia de manera
permanente, sin alternancia, de una plusvalía extraordinaria, que al igual que
la plusvalía media, u ordinaria, no la comparte con La Gran Familia Polar. Solo
le da unas migajas para que se crean superiores a los demás trabajadores de las
otras empresas, y salgan fotografiados vía Twitter con unos cartelitos
defendiendo a su patrono cuando este toma la decisión de parar la producción de
nuestros alimentos. No se hagan cómplices del chantaje.
Sepan trabajadores de Empresas Polar,
aquellos que se creen la
Garra Polar que rasguña los estómagos del pueblo, que el salario
crece de manera aritmética mientras los ingresos de capital crecen de manera
geométrica. Es decir, ustedes por más que defiendan a su patrono nunca van a
tener el poder que tiene Lorenzo Mendoza sobre ustedes y sobre la clase
trabajadora venezolana y el pueblo en general, con el apoyo de sus amos del
norte. Si ustedes insisten en decir “Con mi Polar no se metan”, nosotros seguiremos
diciendo ¡Que Polar no se meta con el Pueblo carajo!
Publicado
en Aporrea.org el 03/12/15
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