Fernando Saldivia Najul
02 abril 2011
¡Qué angustia! Esta emisora de radio puede volver loco a cualquier revolucionario si se le ocurre pasar una tarde escuchando su música. Esta gente tiene una campañita de manipulación ideológica machacante a favor de la empresa privada.
De lunes a domingo y a cada media hora en el espacio de publicidad sueltan la misma propaganda ideológica. Se trata de una simulación de una encuesta tendenciosa donde “de todas todas” nos convendría más a los trabajadores y a los excluidos defender a la empresa privada en lugar de defender a la empresa de propiedad social directa e indirecta. Estas últimas por supuesto silenciadas en el diálogo entre la entrevistadora y el encuestado. Escuchen esto:
“— Disculpe señor, ¿puedo hacerle una pregunta?
— Si, dígame.
— ¿A Quién beneficia la empresa privada?
Opción A: A quienes montan un negocio.
Opción B: A los trabajadores y a su familia.
Opción C: A los consumidores.
Opción D: Todas las anteriores.
— Yo digo la D, a todo el mundo”.
Acto seguido, comienza la manipulación de los miedos de la audiencia:
“7 de cada 10 venezolanos opinan igual.
¿Habrá más empleo en un país sin empresa privada? ¿Habrá más clientes para tu negocito? ¿Tendrás mejores productos y calidad de vida? ¿Les conviene a tus hijos que haya más o menos empresas en Venezuela?
Te invitamos a hacerte estas preguntas y a conversarlo con tus amigos.
¡Ponle cabeza y corazón!
La empresa privada de Venezuela… Por una Venezuela mejor”.
Camaradas, esta vaina es cada media hora entre los espacios musicales. Definitivamente la radio es un peligro. Pero lo peor es que estos misiles van dirigidos principalmente a los jóvenes de los sectores populares que buscan escuchar música en lugar de ver o escuchar programación política, y son bastantes. Digo sectores populares porque sabemos que la llamada clase media consumista va entubada con sus gríngolas para el 2012. Este sector de clase media ya lo tiene controlado Globovisión y Unión Radio.
Pues si, Melodía Stereo está manipulando las emociones de manera abierta para ocultar verdaderos los intereses de la burguesía. Con el mensaje individualista y emocional: “¿habrá más clientes para tu negocito?... ponle cabeza y corazón” nos quieren decir que para poder montar un kiosco de periódicos o una carpintería con suficientes clientes, debemos defender con amor a la empresa privada y votar por el capitalismo, sin advertir que estaríamos defendiendo a los monopolios de alimentos como Empresas Polar, uno de nuestros mayores enemigos de clase.
Además, con el mensaje manipulador: “¿habrá más empleo en un país sin empresa privada?” la emisora Melodía Stereo infunde temor a los trabajadores que se encuentran empleados en el sector privado, ya que no se menciona para nada el Proyecto Nacional Simón Bolívar, una ley de la República que contempla la persistencia de la empresa privada con responsabilidad social. Tampoco se menciona que la necesaria construcción de una nueva sociedad mundial sin empresa privada podría demorar hasta dos y tres generaciones, tiempo suficiente para que le salga la pensión de vejez a la audiencia atemorizada por Melodía Stereo.
Son mensajes sencillos pero superefectivos si se repiten muchas veces como lo está haciendo Melodía Stereo. La efectividad de estas campañas por lo general la corroboran con un estudio de impacto de la campaña para asegurarse de que haya calado en la audiencia y así poder influir en las elecciones de 2012.
Nuestros jóvenes no tienen por qué atemorizarse. Saben que en socialismo pueden asociarse libremente con otros productores para liberarse del trabajo explotador capitalista. Y el humilde artesano y el pequeño campesino tampoco tienen que temer, porque la propiedad bien adquirida, fruto del trabajo, no será destruida. Más bien esta ha sido destruida en gran parte por la industria burguesa, y la sigue destruyendo, bien cuando se enfrenta a una competencia desigual en el mercado, o a plomo limpio cuando los terratenientes se apropian de las tierras del pueblo.
Lo que sí aspiramos los revolucionarios, antes de que destruyamos el planeta y la humanidad, es a convertir el capital en propiedad colectiva, y no lo ocultamos. El capital no es un patrimonio personal sino un patrimonio colectivo. Es decir, el capital no es una fuerza personal sino una fuerza social que necesita de la cooperación de todos los individuos de la sociedad.
02 abril 2011
¡Qué angustia! Esta emisora de radio puede volver loco a cualquier revolucionario si se le ocurre pasar una tarde escuchando su música. Esta gente tiene una campañita de manipulación ideológica machacante a favor de la empresa privada.
De lunes a domingo y a cada media hora en el espacio de publicidad sueltan la misma propaganda ideológica. Se trata de una simulación de una encuesta tendenciosa donde “de todas todas” nos convendría más a los trabajadores y a los excluidos defender a la empresa privada en lugar de defender a la empresa de propiedad social directa e indirecta. Estas últimas por supuesto silenciadas en el diálogo entre la entrevistadora y el encuestado. Escuchen esto:
“— Disculpe señor, ¿puedo hacerle una pregunta?
— Si, dígame.
— ¿A Quién beneficia la empresa privada?
Opción A: A quienes montan un negocio.
Opción B: A los trabajadores y a su familia.
Opción C: A los consumidores.
Opción D: Todas las anteriores.
— Yo digo la D, a todo el mundo”.
Acto seguido, comienza la manipulación de los miedos de la audiencia:
“7 de cada 10 venezolanos opinan igual.
¿Habrá más empleo en un país sin empresa privada? ¿Habrá más clientes para tu negocito? ¿Tendrás mejores productos y calidad de vida? ¿Les conviene a tus hijos que haya más o menos empresas en Venezuela?
Te invitamos a hacerte estas preguntas y a conversarlo con tus amigos.
¡Ponle cabeza y corazón!
La empresa privada de Venezuela… Por una Venezuela mejor”.
Camaradas, esta vaina es cada media hora entre los espacios musicales. Definitivamente la radio es un peligro. Pero lo peor es que estos misiles van dirigidos principalmente a los jóvenes de los sectores populares que buscan escuchar música en lugar de ver o escuchar programación política, y son bastantes. Digo sectores populares porque sabemos que la llamada clase media consumista va entubada con sus gríngolas para el 2012. Este sector de clase media ya lo tiene controlado Globovisión y Unión Radio.
Pues si, Melodía Stereo está manipulando las emociones de manera abierta para ocultar verdaderos los intereses de la burguesía. Con el mensaje individualista y emocional: “¿habrá más clientes para tu negocito?... ponle cabeza y corazón” nos quieren decir que para poder montar un kiosco de periódicos o una carpintería con suficientes clientes, debemos defender con amor a la empresa privada y votar por el capitalismo, sin advertir que estaríamos defendiendo a los monopolios de alimentos como Empresas Polar, uno de nuestros mayores enemigos de clase.
Además, con el mensaje manipulador: “¿habrá más empleo en un país sin empresa privada?” la emisora Melodía Stereo infunde temor a los trabajadores que se encuentran empleados en el sector privado, ya que no se menciona para nada el Proyecto Nacional Simón Bolívar, una ley de la República que contempla la persistencia de la empresa privada con responsabilidad social. Tampoco se menciona que la necesaria construcción de una nueva sociedad mundial sin empresa privada podría demorar hasta dos y tres generaciones, tiempo suficiente para que le salga la pensión de vejez a la audiencia atemorizada por Melodía Stereo.
Son mensajes sencillos pero superefectivos si se repiten muchas veces como lo está haciendo Melodía Stereo. La efectividad de estas campañas por lo general la corroboran con un estudio de impacto de la campaña para asegurarse de que haya calado en la audiencia y así poder influir en las elecciones de 2012.
Nuestros jóvenes no tienen por qué atemorizarse. Saben que en socialismo pueden asociarse libremente con otros productores para liberarse del trabajo explotador capitalista. Y el humilde artesano y el pequeño campesino tampoco tienen que temer, porque la propiedad bien adquirida, fruto del trabajo, no será destruida. Más bien esta ha sido destruida en gran parte por la industria burguesa, y la sigue destruyendo, bien cuando se enfrenta a una competencia desigual en el mercado, o a plomo limpio cuando los terratenientes se apropian de las tierras del pueblo.
Lo que sí aspiramos los revolucionarios, antes de que destruyamos el planeta y la humanidad, es a convertir el capital en propiedad colectiva, y no lo ocultamos. El capital no es un patrimonio personal sino un patrimonio colectivo. Es decir, el capital no es una fuerza personal sino una fuerza social que necesita de la cooperación de todos los individuos de la sociedad.
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Publicado en Aporrea.org el 02/04/11
http://www.aporrea.org/medios/a120742.html
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