Dip. Tony Boza se debate entre la esperanza y el temor con la nueva presidenta del BCV

Fernando Saldivia Najul
12 abril 2025

 

Así nos lo hizo saber ayer viernes a través de un trino desde su cuenta en twitter:

Tony Boza @tonyboza

Esperamos que con el cambio del directorio del BCV, también haya un cambio en la política monetaria y cambiaria, que permita la recuperación del poder adquisitivo de la mayoría. De lo contrario, será un cambio del piloto, pero la misma ruta: rumbo al desastre.

3:39 p. m. · 11 abr. 2025

https://x.com/tonyboza/status/1910779810730606839

La duda del diputado con relación a la nueva directiva, en especial a la nueva presidenta del BCV, es totalmente comprensible. No porque se trate de la tía de Nicolasito, la Ingeniera Laura Guerra Angulo, sino porque son muchos años que tiene Tony Boza en la Asamblea Nacional dando la pelea por los salarios contra la vieja y la nueva burguesía, y los resultados no han sido los esperados. Al contrario, la política monetaria y cambiaria ha estado orientada hacia la desaparición progresiva del salario.

Y ha sido así porque la presidencia del Banco Central de Venezuela es más un cargo político que técnico, es decir, obedece fundamentalmente a intereses de clase. En este caso, a los intereses de la vieja y la nueva burguesía.

Boza lo sabe pero no se rinde. Está consciente que la política monetaria de corte neoliberal, la cual considera que la inflación es una consecuencia del aumento de los salarios, no es otra cosa que una manera muy hábil de ocultar la lucha de clases. Siempre nos recuerda que “la inflación es una expresión de la lucha de clases”. Por tanto, su lucha a favor de la clase trabajadora, a la que pertenece, es por la "indexación salarial".

Lamentablemente ya Chávez no tiene el control del BCV. De hecho, esta semana escuché por VTV una entrevista que le hizo Boris Castellano al presidente de Conindustria, Luigi Pisella, donde no hay espacio para la duda. El periodista le pregunta por qué votar por la plancha que él representa para la presidencia de Fedecámaras, y Luigi —como cariñosamente le llama la Vicepresidenta Delcy Rodríguez—, le responde que su plancha, postulada para las próximas elecciones, es la que tiene más influencia sobre el gobierno en el diseño de las políticas públicas. ¿Qué tal? Sin pelos en la lengua.

https://www.youtube.com/watch?v=tMcnfwTId7c

Si bien Tony Boza no ha logrado derrotar la dictadura del capital desde la Asamblea Nacional, como algunos camaradas esperaban de él, su esfuerzo y perseverancia por transmitir sus conocimientos en materia económica a través de las redes sociales, es notorio y digno de admiración.

A los camaradas que le sugieren que se deslinde del partido de gobierno PSUV para dar la pelea desde afuera, es bueno recordarles que dar la pelea desde adentro es una forma de lucha totalmente válida, y no siempre la lucha desde afuera es más eficiente y eficaz que desde adentro. Cada quien en la trinchera donde sea más útil.

Que nadie dude de la lucha que ha dado el diputado desde el PSUV. Bastante que ha arriesgado este camarada quien se traslada en autobús desde el Zulia para representarnos en la AN.

La nueva burguesía ha sido implacable con él: Lo sacaron fuera del aire de su programa en VTV; engavetaron las solicitudes que hizo en la AN; ignoraron sus propuestas cuando se interpeló al presidente del BCV en la Comisión de Economía; y de paso lo sacaron de la comisión. ¿Qué más quieren?


Publicado en Aporrea.org el 12 de abril de 2025
https://www.aporrea.org/actualidad/a340277.html

Marginal, tierrúo y pata en el suelo

Fernando Saldivia Najul
02 abril 2025

 

Cuando el Comandante Chávez llegó a Miraflores, se recrudeció el racismo alimentado por los medios de difusión masiva. Muy pronto la burguesía se percató de que Chávez tenía claras intenciones de gobernar para los excluidos de la riqueza petrolera durante la IV República. De allí el golpe de Estado en 2002.

Comenzaron a llamarlo zambo, marginal, tierrúo y pata en el suelo. Y por supuesto, detrás de la burguesía, las capas medias, empleados de la burguesía, hicieron lo propio. Pero Chávez les salía al paso y sin complejo de clase les respondía: “Yo nací pata en el suelo, y yo con orgullo lo digo: soy campesino pata en el suelo”. “Yo nací allá en los campos de Venezuela en una casa de piso de tierra, techo de palma, paredes de tierra y dormía en un catre de madera”. Como muchos de quienes asistían a las marchas para escucharlo.

Sin embargo, el desprecio y el odio hacia los excluidos de piel oscura que apoyaron al Comandante continúa. Aún son señalados, insultados y atacados por los antichavistas, sobre todo en las redes sociales de Internet.

Después que los excluyeron y los ubicaron al margen de la sociedad, entonces los llaman marginales. Después que les niegan el derecho a la ciudad, entonces los califican de tierrúos y pata en el suelo. Términos que hacen referencia a los compatriotas que habitan en cerros con poca o ninguna vegetación y en viviendas precarias con piso de tierra, o en caseríos con calles de tierra, que en tiempo de lluvias llegan apresurados al trabajo con restos de barro en los zapatos.

Son los mismos “tierrúos” que salían del trabajo para ir a las marchas y discursos del Comandante. Son los llamados “grasas”, obreros que asistían a los mítines de Evita Perón con la ropa de trabajo sucia de grasa.

Nada más miserable y canallesco que burlarse de la pobreza de tus connacionales, y más cuando formaste parte de las inhumanas políticas discriminatorias que nos condujeron a este apartheid. Resulta que no son excluidos y marginados, sino “marginales” que se autoexcluyeron, y así la burguesía y la clase política de manera artera se lava las manos. El cinismo más cruel y coño ‘e madre.

Pareciera que se les olvidó que fueron unos llaneros pata en el suelo quienes nos liberaron del dominio genocida de los españoles en América. Pareciera que se les olvida que son los campesinos quienes con sus manos y pies callosos y llenos de tierra nos ponen la comida en la mesa.

Nos llenaron de prejuicios. La ideología de la modernidad y el progreso pretende que nos separemos de la naturaleza, porque el contacto con la tierra es atraso y subdesarrollo. Es de tierrúos, pues.

La burguesía aborrece todo lo que le recuerde que somos animales. Eso es pasado, lo viejo. Pretenden que nos aislemos de la tierra porque supuestamente el ser humano es superior a la naturaleza, y por tanto, la dominamos con tecnología, la saqueamos y la destruimos. Es decir, lo artificial se hizo superior a la natural, cuando lo cierto es que dependemos de ella.

Mientras escribo estas líneas me viene a la mente el crimen perpetrado el mes pasado por la Alcaldía de Caracas cuando descuartizó dos árboles centenarios en la Plaza La Candelaria, porque presuntamente, según la opinión de algunos usuarios sorprendidos, las personas en situación de calle orinaban sobre las raíces. Y surgen las preguntas: ¿Es que en Caracas existe algún árbol que no haya sido meado por perro o humano? ¿Por qué se le niega a los caraqueños la disposición de baños públicos?

Es pertinente recordar que el Manual de Urbanidad y Buenas Costumbres, de Carreño, formó parte de la ideología de las clases dominantes de Venezuela quienes aspiraban a convertirse en ciudadanos modernos a mediados del siglo XIX. Tenían que parecerse a los europeos. Este manual fue muy útil en la domesticación de los trabajadores de las capas medias para emplearlos al servicio de los intereses de la burguesía.

Se requería domesticar la “barbarie” del campo para dar paso a la “civilización” que exigía la vida urbana —pero por supuesto, sin baños públicos—. Es decir, se requería formar ciudadanos útiles y dóciles al liberalismo económico, y prestos a colaborar en la reorganización del nuevo orden jerárquico de la sociedad. Orden necesario para continuar la explotación y la exclusión de los de siempre.

Son precisamente estos empleados domesticados de las capas medias, hijos y nietos de campesinos “bárbaros”, muchos de ellos hijos o nietos de campesinos inmigrantes europeos, quienes hoy desprecian y descalifican en las redes sociales a los excluidos con los epítetos despectivos de marginales, tierrúos y pata en el suelo, renegando de sus orígenes. Pobres desclasados mentales, que por cierto, he visto a muchos orinando en la calle. 


Publicado en Aporrea.org el 03 de abril de 2025
https://www.aporrea.org/actualidad/a339981.html