18 septiembre 2016
Recientemente
el diplomático Roy Chaderton cuestionó el proyecto de difusión de la música
venezolana que se lleva a cabo desde la Televisora Venezolana
Social TVES, sin nombrarla. En este sentido, también criticó que en los 90 años
de Fidel le hayamos encasquetado en la tarima del Teatro Karl Marx de La Habana una gentarada de
Corazón Llanero como si fuera lo único representativo de la cultura venezolana.
Roy,
no olvides que TVES la dirige Winston Vallenilla y Roberto Mesutti, formados
ambos por la burguesía cuando fueron empleados por muchos años en televisoras
capitalistas al servicio del imperialismo. Hasta ahora ellos han contado con
todo el apoyo y la aprobación de su gestión por parte de Nicolás. Incluso hay
quienes afirman que tienen tanto o más poder que los ministros para la cultura. Esta
contradicción de la revolución ha sido debatida ampliamente en Aporrea.org por
camaradas preocupados por los nuevos contenidos de TVES. Te invito a leerlos.
Como todavía vivimos en una sociedad de clases, considero
que este análisis no puede dejar a un lado el papel que juega la política
cultural en la lucha de clases desde que nos invadieron los genocidas españoles.
Luego de exterminar al 90% de los habitantes que encontraron en este
continente, los españoles se propusieron borrar la diversidad musical indígena
imponiendo los ritmos musicales importados desde Europa. Lo propio hicieron con
las tradiciones musicales que los africanos traían consigo, y toda
manifestación artística de resistencia contra el yugo que los oprimía.
Más
tarde, durante la
República Oligarca la producción musical de las comunidades
indígenas, negras y afrodescendientes fueron invisibilizadas por el proyecto de
nación mestiza. La orden era blanquear la música para parecernos más a los
europeos. Teníamos que des-indianizarnos y des-africanizarnos. Ya estábamos
colonizados mentalmente. La dominación no terminaba con la Guerra de Independencia.
Fue así como se impuso la música llanera como la más representativa del
mestizaje en Venezuela, pero despojándola en lo posible de la influencia
indígena y africana, y vaciada de su contenido insurgente.
El
imperialismo necesita borrar la diversidad cultural para desarraigar a los pueblos,
manipularlos y saquear sus riquezas. No es casualidad que la diversidad musical
de México la hayan reducido a las rancheras, así como el tango en Argentina, y la
zamba en Brasil, con el cuento de construir una supuesta identidad nacional. Construir
un nacionalismo que solo sirve a los intereses de la oligarquía latinoamericana
y el imperialismo.
Compatriota
Chaderton, Winston Vallenilla y su equipo de trabajo solo hacen lo que
aprendieron en los medios de comunicación de la burguesía. Conciente o
inconcientemente reproducen los valores que sirven a los intereses del orden
establecido. Saludos.
Publicado
en Aporrea.org el 18/09/16
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